El hambre mundial sigue aumentando: 295,3 millones de personas de 53 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda el año pasado, 13,7 millones más que el año anterior.
Las clínicas de Acción contra el Hambre en Kabul y Badakhshan, obligadas a cerrar debido a los recortes de financiación de Estados Unidos, han reabierto gracias a la financiación de la Unión Europea.
El hambre aguda afecta ya a 28 millones en la República Democrática del Congo. Conflictos armados, falta de acceso a los servicios básicos y crisis sanitarias y climáticas agravan una crisis nutricional sin precedentes.
En Kivu del Norte, al este de la República Democrática del Congo, los combates entre grupos armados y el ejército congoleño ya han desplazado a 2,7 millones de personas, de las cuales más de 630.000 viven en campos en los alrededores de Goma.
Casi un año después de la oleada inicial de deportaciones, la expulsión de afganos de Pakistán ha dejado a miles de familias y niños en una situación desesperada.