Últimos datos sobre el hambre en Afganistán (IPC): La mayoría de las familias no pueden permitirse la comida de sus hijos
El último análisis de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) publicado hoy alerta de que la desnutrición infantil en Afganistán está empeorando. Más de 3,7 millones de niños y niñas, en su mayoría menores de cinco años, se ven afectados: un aumento de 200 000 con respecto al año anterior. Una de las principales razones es la pobreza. El análisis muestra que casi el 80% de las familias no pueden permitirse alimentos nutritivos para sus hijos.
El acceso a la sanidad también es un problema: la falta de instalaciones sanitarias, las restricciones a la movilidad de las mujeres y, en especial, a las trabajadoras sanitarias hacen que muchas personas no puedan acceder a la atención sanitaria que necesitan. El acceso ha empeorado aún más debido a los recortes de financiación a gran escala que han provocado el cierre de al menos 305 centros de nutrición en Afganistán este año. Los recortes de financiación han afectado directamente a una unidad de alimentación terapéutica de Acción contra el Hambre en Kabul, que trata a más de mil niños con desnutrición aguda grave con complicaciones cada año. Con motivo de los repentinos recortes en la financiación, esta unidad se vio obligada a cerrar durante un mes antes de encontrar financiación alternativa.
A pesar de los problemas de financiación, Acción contra el Hambre sigue ayudando a niños y niñas que lo necesitan en todo Afganistán. El año pasado, tratamos a más de 100 000 niños y niñas con desnutrición, de los cuales 5 611 tenían complicaciones graves, con una alta probabilidad de morir si no hubieran recibido los cuidados adecuados.
La doctora Bismillah Ahmadzai, jefa de medicina en nuestra unidad de alimentación terapéutica en Helmand, comenta: "Mientras hablo, las 45 camas de nuestra unidad especializada están ocupadas. Esta unidad atiende a los niños que están en estado muy crítico, como Faizal*, un niño de 2 años que hace dos días vino para recibir tratamiento. Sufre desnutrición aguda severa y una enfermedad respiratoria que hace que su condición sea muy peligrosa. Sus padres habían viajado más de 5 horas en coche para llegar a la unidad de alimentación terapéutica. Por suerte pudimos ingresarle y está en tratamiento, pero cada vez más nos vemos obligados a rechazar a personas por falta de capacidad."
Además de la pobreza y la falta de acceso a la atención sanitaria, Afganistán se sigue enfrentando a nuevas crisis que dificultan aún más la prevención y el tratamiento de la desnutrición. Actualmente, el país hace frente a su cuarta sequía en cinco años, lo que impacta directamente en las cosechas. En agosto de este año, el este de Afganistán se vio sacudido por un terremoto a gran escala que causó más de 2 000 muertes. Los equipos de respuesta descubrieron que más de 37 000 niños en las zonas afectadas sufrían desnutrición. Además, las tensiones fronterizas persistentes corren el riesgo de desbordarse y causar más dificultades para la población afgana.
Con la llegada del invierno, el último análisis del IPC nos muestra que los niños y niñas afganos sufren una de las tasas más altas de desnutrición del mundo. La pobreza y el acceso a la sanidad son las principales causas. A pesar del alto número de niños y niñas que sufren desnutrición infantil, persisten las carencias en la financiación, lo que limita la capacidad de abordar todas las necesidades. Acción contra el Hambre continúa sus intervenciones, pero se necesita urgentemente más apoyo para abordar esta crisis y proteger a los menores del hambre en Afganistán.