El hambre mundial sigue aumentando: 295,3 millones de personas de 53 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda el año pasado, 13,7 millones más que el año anterior.
Las clínicas de Acción contra el Hambre en Kabul y Badakhshan, obligadas a cerrar debido a los recortes de financiación de Estados Unidos, han reabierto gracias a la financiación de la Unión Europea.
Basora es la provincia iraquí más afectada por la crisis hídrica del país, y sus habitantes luchan por acceder a agua. Para mejorar la planificación y la gestión del agua, Acción contra el Hambre ha formado a ingenieros.
Casi un año después de la oleada inicial de deportaciones, la expulsión de afganos de Pakistán ha dejado a miles de familias y niños en una situación desesperada.