Sanando las heridas invisibles: Acción contra el Hambre ofrece apoyo psicológico vital en Afganistán
“EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, LA HISTORIA DE AFGANISTÁN HA ESTADO MARCADA POR LA VIOLENCIA, LOS DESPLAZAMIENTOS Y LOS TRASTORNOS SOCIALES, LO QUE HA DEJADO A UNA GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN LIDIANDO CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL.”
Si bien las cicatrices físicas de la guerra a menudo son visibles, el impacto en la salud mental permanece invisible. Desde el verano de 2021, el bienestar mental de la población afgana se ha visto cada vez más afectado por los cambios políticos y las dificultades económicas, lo que ha llevado a niveles crecientes de estrés, ansiedad, depresión y una sensación de incertidumbre sobre el futuro. Dadas los limitados recursos de la población y el estigma que aún rodea a la salud mental en el país, esto se ha convertido en una preocupación urgente. Además, Afganistán no cuenta con suficientes profesionales de la salud mental, incluyendo psiquiatras, psicólogos y consejeros psicosociales. Las pocas estructuras de atención existentes se concentran en las zonas urbanas, dejando a menudo a las comunidades rurales mal atendidas.
FACILITAR EL ACCESO A SERVICIOS DE SALUD MENTAL
En 2022, Acción contra el Hambre lanzó una línea telefónica de apoyo psicológico. Un número de teléfono gratuito que permite a las personas comunicarse con un equipo de profesionales capacitados en intervenciones psicosociales y psicológicas, técnicas de consulta en línea y en situaciones de emergencia, incluida la reducción del riesgo de suicidio.
En la actualidad, el servicio emplea a 13 personas, incluidos dos recepcionistas y once psicólogos, que han llevado a cabo más de 2.069 sesiones desde su lanzamiento en junio de 2022. Esta línea telefónica permite abarcar zonas rurales como Gaur, Daikondi, Nangarhar y Badghís. En cuanto a las ciudades, la mayoría de las llamadas provienen de personas que residen en Kabul, Herat, Balj y Kandahar.
Nuestros psicólogos son parte de las pocas personas en el país que son testigos directos de los traumas psicológicos, a menudo invisibles, experimentados por la población afgana. Para Asef, uno de los psicólogos de la línea telefónica con formación en psicología clínica, los problemas de salud mental en Afganistán a menudo están estigmatizados y mal entendidos. Las normas culturales tradicionales desalientan hablar abiertamente sobre las dificultades personales, lo que pone barreras a que las personas busquen ayuda. “Por tanto, las personas que se enfrentan a problemas de salud mental pueden encontrarse aisladas, lo que dificulta aún más el acceso a un apoyo y tratamiento adecuados. Por eso, es esencial que nuestro número de teléfono sea accesible para todos, hombres y mujeres. En este sentido, la consulta en línea facilita mucho las cosas. Las personas se sienten más cómodas compartiendo sus dificultades por teléfono, sin ver nuestros rostros ”, cuenta Asef.
Uno de los psicólogos de la línea telefónica de ayuda de Acción contra el Hambre. © Maryna Chebat para Acción contra el Hambre
El anonimato de la línea telefónica permite que las personas se sientan seguras y cómodas a la hora de compartir sus emociones y dificultades sin temor a ser juzgadas o estigmatizadas. La confidencialidad es fundamental, asegurando a las personas que su información personal nunca será revelada. “Los conceptos erróneos que rodean la salud mental perpetúan la creencia de que el malestar psicológico es un signo de debilidad o fracaso moral”, explica Tamana, psicóloga de la línea telefónica. “La línea telefónica brinda a las mujeres una especie de libertad y un espacio seguro donde son más propensas a compartir sus problemas y emociones”. Bas Bibi, psicóloga del equipo, señala que el sistema de la línea telefónica es muy beneficioso, especialmente para las personas que viven en zonas rurales y no tienen cerca a especialistas en salud mental.
El equipo ha establecido protocolos para realizar llamadas de seguimiento y poder verificar el bienestar de las personas y garantizar la continuidad de la atención. Estas sesiones de seguimiento permiten un apoyo continuo y evitan el empeoramiento de situaciones difíciles. Para las personas que necesitan un apoyo más especializado, la línea telefónica puede remitirlas a profesionales de la salud mental o clínicas locales.
SANAR VIDAS ROTAS Y TRAUMAS
Las mujeres y los niños son los más afectados por los traumas y trastornos psicológicos. El aislamiento de mujeres y niñas en los últimos años, así comoE el aumento de la violencia de género y la falta de acceso a la educación y la atención médica han exacerbado sus vulnerabilidades frente a los riesgos de los trastornos mentales. Pero los hombres también se ven afectados, a menudo traumatizados por años de guerra e impotentes debido a su difícil situación económica e incapacidad para alimentar a sus familias.
Para Mina, una psicóloga experimentada, una de las principales causas de los problemas y la violencia doméstica es la crisis económica que el país ha estado experimentando durante varios años. “La mayoría de las personas que llaman están pasando por problemas económicos. La mala situación financiera es la causa de la mayoría de los problemas familiares y la violencia, especialmente cuando las mujeres son silenciadas y no tienen derecho a expresar su opinión. Si le preguntamos a un hombre: '¿Cómo manejas tu enojo?’ A menudo escuchamos la respuesta: 'Golpeo a mi esposa'.”
Plano detalle del equipo de psicólogos de la línea telefónica de ayuda de Acción contra el Hambre.© Maryna Chebat para Acción contra el Hambre
La sociedad y los roles tradicionales de género a menudo influyen en la forma en que los hombres expresan su enojo y lo enfrentan. Es común creer que expresar su vulnerabilidad o buscar apoyo en salud mental es un signo de debilidad, lo que lleva a los hombres a reprimir emociones como la ira en lugar de buscar ayuda. Shah Jahan ha estado trabajando como psicólogo en la línea telefónica de Acción contra el Hambre durante dos meses. En tan poco tiempo, ha llevado a cabo más de 80 sesiones psicosociales:.
“Un día recibí una llamada de un hombre aterrorizado que no tenía con quién hablar. Me enteré de que habían torturado a su hermano hasta la muerte y que había tenido que abandonar el pueblo por miedo”. Durante la primera sesión, Shah Jahan se dio cuenta de que el hombre había desarrollado ataques de pánico y trastorno de estrés postraumático. “El hombre sufría tanto que se volvió intolerante a los ruidos y le entraba pánico hasta con el sonido de una gallina. No soportaba ningún ruido, se volvió violento y empezó a pegar a su mujer y a sus hijos”. Tras varias sesiones con Shah Jahan, el hombre superó sus miedos y dejó de pagarlos con su familia. Para Shah Jahan, ésta es una pequeña victoria en su trabajo diario.
Los asesores de salud mental están formados para escuchar con empatía y comprensión. Reconocen los sentimientos de las personas que buscan ayuda y se aseguran de que se sientan escuchadas y apoyadas. Para los adolescentes, este reconocimiento desempeña un papel importante, ya que les ayuda a darse cuenta de que no están solos. Algunos adolescentes encuentran el valor y la fuerza para llamar y pedir ayuda.
Tamana siguió el caso de una joven que había sufrido acoso escolar y abusos sexuale. “Cuando volvió a casa, fue incapaz de contárselo a su familia, y pasó varios días encerrada en su habitación. Poco después, descubrió que estaba embarazada”. Ante esta situación, la joven decidió levantar objetos pesados para acabar desencadenando un aborto “Vive atemorizada y en silencio, y no ha podido reanudar una vida normal. Rechaza todas las ofertas de compromiso, porque teme que su historia salga a la luz”, explica Tamana. “Al buscar apoyo, ya ha dado el primer paso hacia la recuperación y se ha liberado de las cadenas que la mantenían en silencio. Espero que algún día recupere la confianza en sí misma y construya su nueva vida como desee”.
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Psicólogas de la linea teléfonica de ayuda creada por Acción contra el Hambre. © Maryna Chebat para Acción contra el Hambre
En otra ocasión, Tamana recibió la llamada de una mujer que llevaba 15 minutos llorando. “Sujeté el teléfono y la acompañé hasta que pudo hablar y compartir su dolor. Las necesidades de salud mental en Afganistán son inmensas y constituyen una crisis urgente y desatendida. Por eso esta línea de ayuda es un salvavidas para las personas que luchan contra problemas psicosociales, en un país donde los servicios de salud mental son limitados y están estigmatizados. Es esencial mantener este apoyo único, que desempeña un papel indispensable en la mejora del bienestar mental de la población afgana”.