
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Garantizar el derecho al agua en Basora, Irak
Basora es la provincia iraquí más afectada por la crisis hídrica del país, y sus habitantes luchan por acceder a agua en cantidad y calidad suficientes. Para mejorar la planificación y la gestión del agua, Acción contra el Hambre ha formado a ingenieros de la Dirección de Aguas en el uso de un radar de penetración terrestre (GPR) y un sistema de información geográfica (GIS).
Los conflictos, el cambio climático, la contaminación y escasez de agua y los residuos medioambientales han creado una crisis hídrica sin precedentes en gran parte de Irak. Basora, en el sur del país, es la provincia más afectada, y la mala gestión de los recursos hídricos y de las infraestructuras de abastecimiento de agua no ha hecho sino agravar la situación.
La limitada planificación técnica durante la ampliación de la red de agua ha provocado algunos problemas de cartografía y una distribución desigual del agua para los 4,5 millones de habitantes de Basora. El éxodo rural, agravado por la escasez de agua, y el rápido crecimiento de la población están ejerciendo más presión sobre la anticuada infraestructura hídrica de la ciudad.
Con el apoyo del Centro de Crisis y Apoyo (CDCS) del Ministerio francés de Europa y Asuntos Exteriores, Acción contra el Hambre trabaja para mejorar la cartografía de la red de agua y reforzar la capacidad de las autoridades locales, utilizando una herramienta tecnológica: el radar de penetración terrestre.
Efectos nocivos para la población
En la última década, la falta de acceso al agua ha expuesto a la población de Basora a un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. En 2018, la contaminación de las aguas residuales, consecuencia de la escasez de agua y de una mala planificación preventiva, provocó la hospitalización de 120.000 personas.
Ante la imposibilidad de obtener agua potable de la red local, los residentes recurren a comprar agua embotellada, lo que representa una carga económica adicional para las familias más vulnerables. Además, la conexión ilegal a la red de agua ha provocado la contaminación, la reducción de la presión de la red y un mayor despilfarro de los recursos hídricos.

Nadhira Mohammed Nasir, de 68 años, vive con su familia en el distrito de Al-Zahraa. Describe las dificultades a las que se enfrentan los habitantes de Basora. "Los principales problemas a los que nos enfrentamos son la salinidad del agua, que es un problema generalizado en Basora. El agua suministrada no es potable, y a veces recibimos agua de mala calidad. Además, los cortes de agua son frecuentes. Por último, para llenar el depósito de agua de una tonelada, tenemos que esperar casi 45 minutos", explica.
Refuerzo de las capacidades locales para una gestión sostenible
El proyecto dirigido por Acción contra el Hambre pretende reforzar las capacidades de la autoridad local de gestión del agua para una gestión más sostenible y eficiente de la red de abastecimiento. Acción contra el Hambre ha introducido herramientas tecnológicas innovadoras, como el radar de penetración terrestre, que puede utilizarse para localizar fugas en las tuberías y detectar la mayoría de los obstáculos en las rutas.
Diez ingenieros e ingenieras de la Dirección de Aguas, entre ellas siete mujeres, han recibido formación sobre esta tecnología, que mejora la eficacia del mantenimiento, reduce costes y limita los cortes de agua en los barrios de la ciudad y sobre un sistema de información geográfica.
Hussam Loay Hussein, de 29 años, trabaja como ingeniero en la Dirección de Aguas y participó en la formación. "La formación nos enseñó a identificar las redes de tuberías y las fuentes de suministro en una zona determinada, a aislar las redes de agua y a identificar las tuberías de agua viejas y rotas. Además, cuando encontramos las fuentes de agua, evaluamos las necesidades de la zona y determinamos si la cantidad de agua es suficiente", comenta Hussam Loay Hussein.
Los ingenieros utilizan ahora eficazmente el radar de penetración en el suelo para todas las operaciones de mantenimiento, lo que les permite localizar mejor las fugas y las tuberías y planificar las intervenciones de manera más específica y eficaz. Las intervenciones realizadas por los ingenieros formados de la Dirección del Agua han mejorado el acceso al agua de los vecinos cuyos barrios se beneficiaron del proyecto. "Ahora podemos obtener agua cuando la necesitamos", explica Nadhira Mohammed Nasir. "El tiempo que se tarda en llenar nuestro depósito de agua es menor, y no nos veremos afectados si se rompe la tubería que abastece nuestra zona, porque se han instalado válvulas justo en la tubería para facilitar su reparación. Además, la instalación de estas válvulas limitará las fugas de agua y combatirá el despilfarro".
Presente en Irak desde 2013, Acción contra el Hambre trabaja para hacer frente a los complejos retos de la escasez de agua en Irak a través de un triple enfoque. En concreto, estamos desarrollando un tablero de previsiones climáticas para vigilar la escasez de agua, crear capacidad y coordinación entre las entidades gubernamentales y responder a los planes de acción contra la escasez de agua impulsados a nivel comunitario. En 2024, 5.317 personas se beneficiaron de nuestros programas de agua, higiene y saneamiento en Basora.