El hambre mundial sigue aumentando: 295,3 millones de personas de 53 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda el año pasado, 13,7 millones más que el año anterior.
Las clínicas de Acción contra el Hambre en Kabul y Badakhshan, obligadas a cerrar debido a los recortes de financiación de Estados Unidos, han reabierto gracias a la financiación de la Unión Europea.
Abu Ahmad, único sostén de la familia, hizo todo lo que pudo para mantenerla desde 2011, cuando se deterioró la situación en Siria. El agua, algo tan básico, se convirtió en una lucha diaria.
Khadija vive con su marido y cinco hijos, ninguno de los cuales va a la escuela debido a su grave situación económica. El pueblo donde viven carece de servicios esenciales, lo que agrava sus problemas. Hasta hace poco, luchaban contra la escasez de agua.