La desnutrición es el resultado físico del hambre, una enfermedad devastadora de dimensiones epidémicas, que padecen 50,2 millones de niños y niñas menores de cinco años en todo el mundo.
Trabajamos por un mundo sin hambre, algo que hace décadas podía parecer imposible, a día de hoy ya no lo es. Somos la primera generación que puede acabar con el hambre.
Desde hace más de 40 años, luchamos y nos negamos a ceder ante el hambre.
Puedes unirte a esta lucha. Haciendo una donación, puedes cambiar el destino de miles de niños.
El conflicto es la causa principal del hambre. Y está en aumento.
Cuando se destruyen los campos, se roban las cosechas, se envenenan los pozos y se bombardean los mercados, la gente muere de hambre. No importa quién luche, el hambre siempre gana.