Ibrahim, agricultor y ganadero de 45 años, es padre de cuatro hijos y vive en una aldea de la gobernación de Alepo. Como muchos otros en su comunidad, se ha enfrentado a grandes retos a causa del prolongado conflicto en Siria.
El aporte de la Agencia Española a la entidad ha permitido abastecer de agua potable a más de 62.000 personas y beneficiar a otras 12.500 con la rehabilitación de sistemas de agua.