El hambre mundial sigue aumentando: 295,3 millones de personas de 53 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda el año pasado, 13,7 millones más que el año anterior.
Las clínicas de Acción contra el Hambre en Kabul y Badakhshan, obligadas a cerrar debido a los recortes de financiación de Estados Unidos, han reabierto gracias a la financiación de la Unión Europea.
América Latina y el Caribe es la única región del mundo en la que la inseguridad alimentaria –falta de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para tener una vida saludable- se ha reducido en 2023.
Casi un año después de la oleada inicial de deportaciones, la expulsión de afganos de Pakistán ha dejado a miles de familias y niños en una situación desesperada.
La migración en toda Centroamérica se ha multiplicado en los últimos cinco años. Según los datos más recientes, hasta 2020 más de 25 millones de migrantes ya habían emprendido su viaje hacia Norteamérica.