¿Cómo resolver la escasez de agua? Medidas para el futuro
Más del 70% de nuestro planeta está cubierto de agua. Sin embargo, es un recurso limitado, especialmente en los países subdesarrollados. Para hacernos una idea de la cantidad de agua que tenemos disponible los seres vivos, el 3% es agua dulce y apenas el 1% está disponible para beber y cultivar los alimentos.
Por ello, el sexto objetivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es garantizar la disponibilidad y el manejo sostenible del agua para todos los habitantes de este inmenso planeta.
Países donde hay escasez de agua
Debido al crecimiento demográfico, el cambio en los patrones de consumo y el desarrollo económico, el uso del agua en el mundo se ha multiplicado por seis en el último siglo. Esto ha ocasionado que unos 2.200 millones de personas no tengan acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, y se estima que para el 2050 la mitad de la población del planeta sufrirá escasez de agua.
Según el ranking del World Resources Institute (WRI) sobre los países con mayor escasez de agua, destacan los países de Oriente Medio como los Emiratos Árabes Unidos, Líbano, Arabia Saudita, Palestina, Bahréin, Omán y Kuwait, entre otros. Todos ellos son muy vulnerables y tienen graves problemas para acceder al agua potable.
También se encuentran en esta fatídica clasificación países del Norte de África, Asia y el Pacífico, azotados por el cambio climático, así como los países más pobres de América Latina.
En la actualidad, en España, cae alrededor de un 25% menos de lluvia que hace 50 años
¿Existe escasez de agua en España?
España es uno de los países europeos que más agua consume por habitante, además de ser uno de los más secos, aumentando el estrés hídrico en el país cada año. Tampoco podemos olvidar que el país está sufriendo las consecuencias del cambio climático, hasta el punto de que, en la actualidad, cae alrededor de un 25% menos de lluvia que hace unos 50 años según datos de Greenpeace. La situación es alarmante, ya que las temperaturas han aumentado considerablemente en algunas regiones.
Desde hace cierto tiempo, se está trabajando para reducir el consumo de agua en el país y aumentar el suministro hídrico a través de la desalinización, sistemas eficientes de riego (en el caso de la agricultura) y promoviendo el ahorro en la población, que es un factor clave.
Consecuencias de la escasez de agua
Según el Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2020: agua y cambio climático, las consecuencias de la escasez de agua se están agudizando y afectará gravemente a la población mundial.
Miles de millones de personas verán afectadas la disponibilidad, calidad y cantidad de agua a la que tienen acceso, debido al cambio climático, que pone en peligro de igual manera la seguridad alimentaria, la salud de las personas, el crecimiento económico, la producción de energía y el desarrollo industrial y el de los ecosistemas, entre otras.
Además, un dato alarmante es que, solo la diarrea (una de las enfermedades que provoca la escasez de agua o el consumo de aguas contaminadas), mata a más de 1.600 niños menores de cinco años al día, lo que equivale a unos 750.000 niños cada año. Sin embargo, el 60% de las muertes por diarrea podrían evitarse con el tratamiento correcto de las aguas, así como con la educación y formación sobre su uso.
Sin embargo, hay efectos de la escasez de agua que resultan más difíciles de discernir. Es el caso del riesgo que corren las personas que viven en zonas desertificadas al ir a buscar agua como el toparse con animales salvajes o tener que atravesar una zona de conflicto bélico.
Otro de los efectos de no tener agua es el abandono escolar. Miles de niños en todo el mundo dejan de ir a la escuela para andar, a veces incluso horas, para llevar agua a sus mayores. Además del cansancio que esto provoca, se convierte en un aliciente para llegar tarde a clase o incluso para abandonar los estudios antes de tiempo.
Medidas para combatir la escasez de agua en el futuro
En Acción contra el Hambre sabemos que, si entre todos promovemos el acceso sostenible a servicios básicos de agua, saneamiento de agua e higiene se podría combatir la escasez de agua en el mundo en el futuro.
Por ello, hemos asumido acciones creativas, sostenibles y novedosas con las que disminuir los riesgos sanitarios y mejorar las condiciones de salubridad de las poblaciones vulnerables.
Respecto a cómo prevenir la escasez de agua es importante recalcar que todos podemos aportar nuestro grano de arena. Aunque la falta del líquido elemento afecta más a las personas y poblaciones más vulnerables, todas las acciones de nuestro día a día, como cerrar el grifo o no despilfarrar, ya suponen un gran paso.
Aun así, como sociedad también podemos prevenir la escasez de agua comprometiéndonos contra el cambio climático, evitando la contaminación de acuíferos, promover en nuestro entorno el consumo responsable de agua, y concienciar a la sociedad de la importancia de que no desperdicie este recurso vital en sus canalizaciones.
Entre algunas de las medidas para mejorar el futuro del agua que estamos tomando, están:
- Favorecimos alrededor de 1.500 refugiados en los asentamientos del Valle del Bekaa gracias a la conexión de una fosa séptica optimizada que trata y limpia las aguas negras y grises.
- Ayudamos en la construcción y rehabilitación de las zonas que se utilizan como llenado de agua, en la transmisión de tuberías y en las redes de agua.
- Innovamos en construcciones para el almacenamiento de agua de lluvia y el sistema de drenaje. Además, apoyamos el transporte y la distribución de agua.
- Llevamos a cabo la construcción de letrinas, fosas sépticas, alcantarillados y redes de agua para el tratamiento de aguas negras y grises.
El agua es fundamental para el desarrollo de los seres humanos
En Acción contra el Hambre dedicamos gran parte de nuestro tiempo a trabajar para crear estrategias y proyectos innovadores para que las personas tengan acceso al agua potable, como uno de los derechos fundamentales que tienen los seres humanos.
Nuestros voluntarios trabajan para que las poblaciones se adapten y mitiguen los efectos que el cambio climático está teniendo en el acceso a este recurso vital. Entre todos nosotros, estamos implementando una gestión hídrica sostenible y sustentable para mejorar la salud y la educación de los individuos y aumentar la productividad económica de las regiones.
El agua es el centro del desarrollo sostenible del mundo. Y tú, ¿qué estás haciendo para ayudar a mejorar su acceso?
