Contexto humanitario
La crisis económica, la prolongada crisis de los refugiados sirios, un brote de cólera, el estancamiento político y, más recientemente, la expansión del conflicto en Gaza hasta el Líbano, han provocado un aumento de las necesidades humanitarias en el país. A pesar de su tamaño, Líbano es el país que acoge al mayor número de refugiados en relación con su población del mundo, y se enfrenta a importantes retos a la hora de proporcionar ayuda a los 1,5 millones de refugiados sirios y a los 257.000 refugiados palestinos que acoge, además de a la propia población libanesa.
Más de la mitad de los hogares libaneses y el 90% de los hogares sirios en el país viven en la pobreza. Los servicios públicos están colapsando por falta de inversión, lo que agrava las malas condiciones de agua y saneamiento. Estas crisis han provocado un empeoramiento de la situación nutricional, con las tasas de malnutrición crónica entre los refugiados sirios en asentamientos informales duplicándose en la última década, y más del 60% de los niños con emaciación procedentes de poblaciones de refugiados.
Nuestra actividad
En respuesta a estos retos, Acción contra el Hambre se centra principalmente en proporcionar asistencia en salud, nutrición, agua, saneamiento y seguridad alimentaria. En 2023 llegamos a más de 190 000 personas. De ellas, más de 175 000 recibieron apoyo con iniciativas de agua, saneamiento e higiene, incluidos kits de higiene y programas de sensibilización, y rehabilitación de infraestructuras para hacer frente a las emergencias de agua y saneamiento. Los comentarios sobre nuestro proyecto de distribución de filtros de agua a los refugiados sirios en Qaa-Hermel, una zona de difícil acceso con un alto grado de contaminación del agua, indicaron una mejora significativa de la calidad del agua tras el uso de los filtros. Además, el 76% de las personas declararon gastar menos en agua potable (lo que pone de relieve el impacto financiero de la intervención) y sentirse más seguras al acceder a las fuentes de agua.
Nuestro apoyo en materia de salud y nutrición llegó a más de 7.000 personas, incluyendo asesoramiento sobre alimentación de lactantes y niños y niñas, distribución de micronutrientes en polvo y detección de malnutrición infantil. El apoyo a la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia llegó a más de 8.000 personas, contando con iniciativas de entrega de efectivo por trabajo y asistencia alimentaria en efectivo, que permitieron a estas familias mejorar significativamente los niveles de consumo de alimentos nutritivos.
DÓNDE
AYUDAMOS
Ayudamos a 24,5 millones de personas anualmente. Trabajamos en 55 países de África, Asia, América Latina y Europa, los más amenazados por el hambre.
TESTIMONIOS
DANA VIVE EN UN REFUGIO COLECTIVO EN EL LÍBANO, JUNTO A ALREDEDOR DE 50 FAMILIAS DE NACIONALIDADES DIFERENTES
Como libaneses, sirios y palestinos, y donde los equipos de Acción contra el Hambre implementaron un proyecto de apoyo nutricional especialmente dirigido a los muchos niños, niñas y mujeres que viven allí.
Tras más de una década refugiada en el Líbano, esta siria, madre de cuatro niños y niñas, recibió el apoyo de Acción contra el Hambre cuando tuvo problemas para dar el pecho a sus gemelos: “Antes no tenía problemas con ello porque solo era un bebé a la vez. Pero cuando di a luz a mis gemelos, intenté amamantar a Akram y Nagham y pensé que mi leche no sería suficiente para alimentar a los dos. Por eso, probé la leche de formula, pero Nagham no la aceptó, así que se la di solo a su hermano”.
Un técnico en Nutrición de Acción contra el Hambre realizó una visita a su hogar donde evaluó el estatus nutricional de Nour, la hija de 4 años de Dana, y le proporcionó polvos nutricionales. Nuestros equipos llevaron a cabo además sesiones de sensibilización sobre la lactancia materna y sus técnicas. Dana aprendió que puede dar el pecho a ambos hijos y se animó a hacerlo basándose en las instrucciones y asesoramiento continuado de nuestros técnicos: “Estaba perdiendo la esperanza en serio, pero estos seguimientos marcaron la diferencia”.
“Gané más confianza. Empecé a dar el pecho a mis gemelos y estaba tan contenta de ver la mejora... Además, empecé a reducir gradualmente la cantidad de la leche de formula… Tenía miedo de que mis recién nacidos pasasen hambre pero aprendí que mi leche es suficiente, y buena para la inmunidad de mis hijos ¡Solo quiero la salud de mis bebés!”