Contexto humanitario
El país sufre una creciente crisis económica y humanitaria a raíz del conflicto en el vecino Sudán, del que cada día se calcula que huyen más de 2 000 personas que cruzan a Sudán del Sur, un país donde más de la mitad de la población pasa hambre y los sistemas están mal equipados para gestionar la afluencia.
Aunque muchos son refugiados sudaneses, aproximadamente el 91% de los recién llegados son retornados sursudaneses, que dejaron su país y han tenido que volver pero no pueden acogerse a los programas internacionales para refugiados, lo que aumenta el reto al que se enfrenta el país para dar refugio y servicios a estas personas.
En 2024, 9,4 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria en Sudán del Sur, nada menos que el 76% de la población. Más de la mitad del país sufrió inseguridad alimentaria aguda y se calcula que 1,4 millones de niños y niñas menores de cinco años padeceron desnutrición aguda en 2023. El 59% de la población de todo Sudán del Sur no tuvo acceso a agua limpia y segura.
A pesar de que las necesidades van en aumento, la financiación humanitaria continúa decreciendo, lo que deja inmensas lagunas sin cubrir.
BENEFICIARIOS
trabajadores
agua, saneamiento e higiene
NUTRICIÓN
EXPATRIADOS
NACIONALES
Nuestra actividad
En Sudán del Sur, Acción contra el Hambre trabajó con socios locales para poner en marcha un proyecto de grupos de cuidados, que ayuda a los cuidadores a mejorar la salud de sus familias. Nuestros equipos móviles sumaron servicios de atención primaria a los de divulgación nutricional en comunidades remotas. También trabajamos con el Ministerio de Sanidad para ayudar a inmunizar a los niños y para ofrecer servicios de salud materna en nuestros centros de nutrición.
En las zonas afectadas por las inundaciones, ampliamos nuestros programas inteligentes enfocados al clima, que consistieron en instalar bombas manuales resistentes a las inundaciones para evitar que se contaminasen las fuentes de agua o en usar energías alternativas para alimentar puntos de agua motorizados. Mediante la introducción del arroz como nuevo cultivo y la creación de huertos flotantes, nuestros equipos también ayudaron a que se adaptaran las comunidades.
Para promover la paz y empoderar a los jóvenes, apoyamos programas de fútbol juvenil y proyectos de empleo. Con nuestros socios, entre ellos UNICEF y el Ministerio de Sanidad de Sudán del Sur, pusimos en marcha un nuevo proyecto de investigación para prevenir la violencia de género.
DÓNDE
AYUDAMOS
Ayudamos a 24,5 millones de personas anualmente. Trabajamos en 55 países de África, Asia, América Latina y Europa, los más amenazados por el hambre.
TESTIMONIOS
NYAGAI: "EN EL FUTURO, PODRÉ UTILIZAR ESTA EXPERIENCIA PARA HACER ALGO POR MÍ MISMA".
En Sudán del Sur, la producción de arroz se ha convertido en una herramienta de adaptación al cambio climático y de empoderamiento para las mujeres de la comunidad, quienes aprenden a plantar y cultivar arroz para su sustento y el de sus familias.
Nyagai Malual es una de las mujeres que se mudaron a Paguira debido a las inundaciones. Nyagai llegó en septiembre de 2021 después de remar desesperadamente durante tres días en una pequeña canoa con sus tres hijos acurrucados dentro. Alllegar a Paguir, Nyagai se sorprendió al ver la prosperidad de los campos de arroz, un cultivo que nunca antes había visto.
En ese momento, Nyagai se dio cuenta de inmediato de la enorme oportunidad que representaba el arroz y se unió al proyecto innovador de cultivo de arroz como una de las primeras mujeres participantes. "Dios cerró el camino para cultivar sorgo y maíz, pero abrió el del arroz", dice Nyagai.
En poco tiempo, el proyecto de arroz de Paguir ha transformado toda la comunidad y cambiado el futuro de muchas mujeres. "Es un trabajo duro, pero incluso si nos quedamos aquí desde hoy hasta la noche, no me cansaré porque necesito ganar experiencia y aprender más. En el futuro, podré utilizar esta experiencia para hacer algo por mí misma", explica esperanzada Nyagai.