Contexto humanitario
La poblacion en Níger vive su peor crisis en la última década, con 4,3 millones de personas que necesitan apoyo humanitario, en su mayoría mujeres, niños y niñas. A los largos períodos de sequías e inundaciones se suma el golpe de Estado de julio de 2023. A pesar de los retos, Acción contra el Hambre mantiene activas sus actividades en un país que acusa frecuentes cortes de electricidad, falta de combustible, inflación de los precios y falta de efectivo en el sistema bancario, así como dificultades cada vez mayores con las conexiones telefónicas, lo que solo hace aumentar la sensación de inseguridad entre la población.
Antes de este último desarrollo en la política del país, más de 450 000 niños y niñas menores de cinco años ya sufrían desnutrición aguda y sólo el 56% de la población tenía acceso a agua potable, mientras que apenas el 13 % podía acceder a servicios básicos de saneamiento.
BENEFICIARIOS
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NUTRICIÓN Y SALUD
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NACIONALES
Nuestra actividad
Níger sigue sufriendo una crisis humanitaria aguda y compleja, agravada por una serie de crisis interconectadas entre sí. La inseguridad persistente y sus consecuencias, la inseguridad alimentaria, las epidemias y las inundaciones siguen lastrando a la población.
La evaluación de la vulnerabilidad de la población a la inseguridad alimentaria, nutricional y de pastoreo muestra que casi 2,3 millones de personas necesitan ayuda inmediata, mientras que más de 3,2 millones de personas serán vulnerables durante la temporada de escasez prevista para los meses de junio, julio y agosto. Esta situación pone de manifiesto la magnitud y complejidad de la crisis en el país, que requiere una respuesta urgente y coordinada por parte de los actores humanitarios y las autoridades nacionales e internacionales.
Los resultados de la encuesta nutricional realizada con metodología SMART en 2022 revelan una prevalencia de desnutrición aguda global (GAM) del 12,2%, con un 2,4% de niños que padecen la forma grave (SAM). Estas cifras sitúan al país en una posición preocupante según la clasificación de la OMS. Aunque el umbral de alerta de la OMS para la prevalencia de la malnutrición aguda global es del 10%, la tasa nacional sigue siendo superior. Tan solo Niamey es inferior, con un 7,8%. La misma encuesta recoge que la prevalencia de la malnutrición crónica (retraso del crecimiento) es del 47% a nivel nacional (umbral de la OMS: 30%). Solo el 68,1% de los recién nacidos son amamantados durante su primera hora de vida, y el 36,2% son alimentados con leche materna exclusivamente hasta los 5 meses. La malnutrición aguda y crónica, que se influyen mutuamente, así como la mortalidad infantil, constituyen un riesgo permanente para la supervivencia de los niños, así como para su desarrollo físico y cognitivo, que, a largo plazo, supone un riesgo para el capital humano y el desarrollo económico y social del país.
En 2023, Acción contra el Hambre proporcionó asistencia alimentaria a 41 391 personas en 5 913 hogares, es decir, unas 7 personas por hogar. Cerca de 55.790 menores de 5 años recibieron suplementos nutricionales en forma de harina enriquecida; 23 975 víctimas de catástrofes recibieron asistencia a través de kits de alimentos (arroz, aceite) y 133 116 recibieron kits de aseo e higiene.
En Níger, los esfuerzos se concentran en cuatro zonas específicas identificadas por su necesidad de ayuda humanitaria: Maradi, Diffa, Tahoua y Tillabery. El objetivo es garantizar que la asistencia llegue a las personas más desfavorecidas y vulnerables, debido a su situación geográfica y otros retos específicos, como conflictos o problemas medioambientales. Un enfoque que permite optimizar el uso de los recursos y responder a las necesidades de las comunidades más excluidas.
Los proyectos ejecutados en 2023 llegaron a 254 272 personas. Además, desarrollamos una campaña digital de 6 meses a favor de la nutrición; elaboramos notas de sensibilización para alertar sobre la reducción del acceso humanitario; organizamos una conferencia de prensa sobre la brecha del hambre; realizamos un estudio sobre el acceso de la población a los servicios sociales básicos; produjimos tres boletines informativos sobre nuestras intervenciones, tres artículos de prensa publicados por nuestros socios y una docena de vídeos que documentaban esta situación.
DÓNDE
AYUDAMOS
Ayudamos a 24,5 millones de personas anualmente. Trabajamos en 55 países de África, Asia, América Latina y Europa, los más amenazados por el hambre.
TESTIMONIOS
AISHA: "ME DIJERON QUE MI HIJO MEJORARÍA. AHORA ESTA CADA VEZ MEJOR Y ME SIENTO MUY FELIZ POR HABER VENIDO"
A los nueve meses, Awalou Mourtala pesaba tan solo 4 kilos y tenía 62 centímetros de altura, solo unos gramos más que un bebé recién nacido y sólo 10 centímetros más alto. Este es el estado en el que Awalou se encontraba cuando llegó al Centro de Rehabilitación Nutricional Intensiva (CRENI) en Mayahi, al sur de Níger. Sufría de desnutrición aguda severa.
Tan solo ocho días después de llegar, Awalou ya se encontraba mucho mejor, con su cabeza apoyada en el pecho de su madre, Aisha, de 20 años, que sabe demasiado bien lo que es la miseria. “Mi bebé nació sano”, comenta Aisha. “Yo le di leche materna desde su nacimiento y también le di mijo y agua. De repente cayó enfermo, comenzó a tener diarrea y vómitos, dejó de comer y rechazó la leche materna. Fui a la clínica y la enfermera me envió al CRENI”.
El CRENI de Mayahi es uno más de los 15 centros ambulatorios para el tratamiento de la desnutrición que apoyamos, financiado por el Departamento Internacional para el Desarrollo del Reino Unido.
La tasa de desnutrición aguda severa en Mayahi es muy elevada, alrededor del 13%. En 2010, una de cada cinco personas se vio afectada por una grave inseguridad alimentaria a consecuencia de las desastrosas condiciones agropastorales de 2009. Privados del acceso a una alimentación suficiente, miles de familias tuvieron que recurrir a la ayuda desde el extranjero durante varios meses. Estas condiciones aumentan el riesgo para los niños de padecer desnutrición. Incluso los índices “normales” en la región eran ya altos. Para prepararse de cara al aumento de admisiones en los centros de nutrición, ACF organizó un apoyo institucional a través de recursos humanos complementarios, suministros adicionales de medicamentos y de alimentos terapéuticos, formación de personal sobre los cuidados y el uso de herramientas y equipos.
En el CRENI de Mayahi, Awalou fue tratado con antibióticos, medicamentos antipalúdicos, leche terapéutica y vitaminas. Poco a poco empezó a comer, tomando leche por una sonda, y finalmente aceptó ser amamantado por su madre. Aisha se tranquilizó: “Puse tanta esperanza en llegar aquí porque hemos sufrido mucho, y me dijeron que mi hijo mejoraría. Ahora está cada vez mejor y me siento muy feliz por haber venido”.
Hadiza Chaibou, una enfermera del centro, cuenta que Awalou se quedó cuatro días en cuidados intensivos, donde se tenía bajo control su salud y sus síntomas desaparecieron. Una vez estabilizado, recibirá el alta del centro y se le recomendará un tratamiento como paciente ambulatorio.
En una sociedad en la que las mujeres son esenciales para el funcionamiento del hogar y, a menudo, responsables de muchos niños, el pasar tanto tiempo en un centro médico puede ser una dificultad más. Por esta razón, el próximo paso será tener alimentos terapéuticos listos para suministrarlos a los pacientes ambulatorios. Para las madres esto constituye una verdadera revolución. Cada semana reciben las raciones necesarias de alimentos nutritivos a base de pasta de maní, hasta que sus hijos se recuperen.
Aisha dice que necesita volver a su pueblo cuanto antes. “Por suerte mi hermana Ouma está conmigo allí, es una gran ayuda. Ella juega con Awalou mientras hago las cosas como lavar... es una buena compañía”.
En el CRENI de Mayahi, Aisha recibió valiosos consejos sobre la alimentación de los bebés para el futuro, incluida la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. “Ahora sé que no hay que dar agua a los bebés desde el nacimiento, ya que puede causar diarrea. ¡Quiero que mis hijos crezcan sanos!”.