Contexto humanitario
Uganda acogió a más de 1,5 millones de refugiados y solicitantes de asilo en 2022. Muchos de ellos huían de las persecuciones, conflictos, inestabilidades políticas y violaciones de derechos humanos en Burundi, República Democrática del Congo y Sudán del Sur. El creciente número de refugiados redujo las existencias de alimentos, así como las oportunidades de acceder a ingresos y a servicios sanitarios. Casi el 30% de los niños menores de cinco años sufre retraso del crecimiento y más de la mitad de la población padece anemia. El hambre y la desnutrición en Uganda se deben a diversos factores, como la pobreza, la falta de tierras, la elevada fertilidad, los desastres naturales y el alto precio de los alimentos.
BENEFICIARIOS
TRABAJADORES
NUTRICION
AGUA, SANEAMIENTO E HIGIENE
EXPATRIADOS
NACIONALES
Nuestra actividad
En 2022, Acción contra el Hambre creó en Uganda 340 Asociaciones de Ahorro y Crédito en las Aldeas (VSLA), que permitieron ahorrar de forma colectiva 511 480 euros. Nuestros equipos también proporcionaron suministros agrícolas inteligentes desde el punto de vista climático a 459 grupos de agricultores, lo que incluyó semillas, sistemas de riego, pozos, bueyes y arados. También pusimos en contacto a los agricultores con las cadenas de suministro mundial, lo que les ayudó a vender granos de girasol, mandioca y chile y generar más de 20 000 euros de ingresos.
Nuestros equipos ayudaron a tratar y prevenir la desnutrición a través de 50 centros de salud y 298 grupos de cuidados, de forma que llegamos a 33 576 niños pequeños y 45 987 mujeres embarazadas y lactantes. Promovimos prácticas saludables de cuidado y alimentación y ofrecimos vales de comida, vacunas y servicios de salud materna entre los refugiados y comunidades de acogida para que mejorasen su salud y su nutrición. Acción contra el Hambre también aumentó el acceso al agua potable, construyó infraestructuras de saneamiento, como letrinas, y mejoró las prácticas de higiene entre las personas y en los centros sanitarios.
DÓNDE
AYUDAMOS
Ayudamos a 24,5 millones de personas anualmente. Trabajamos en 55 países de África, Asia, América Latina y Europa, los más amenazados por el hambre.
TESTIMONIOS
RODA: "TODOS LOS NIÑOS VAN A LA ESCUELA. SI TENGO PROBLEMAS, LOS COMPARTO CON LAS OTRAS MADRES DEL GRUPO"
Al estallar la guerra, Roda Keji vivía en Magali pero tuvo que huir con sus hijos y sus sobrinos. “El esposo de mi hermana era un soldado y fue asesinado combatiendo a los rebeldes. Era época de vacaciones escolares y los hijos de mi hermana estaban conmigo cuando estalló la guerra y tuvimos que huir. No había forma de que pudieran regresar con ella a Juba. Después, en julio de 2016, mi hermana fue asesinada por el fuego cruzado de un tiroteo”, explica Roda.
Roda abandonó su hogar y, con sus hijos y sobrinos, tuvo que encontrar un lugar seguro alejado de la guerra que les proporcionara la seguridad que necesitaban. "Escapamos por la guerra. Las tropas gubernamentales llegaron y sacaron a la gente de sus camas durante la noche, hombres y mujeres. Los acusaron de ayudar a los soldados rebeldes. Mi esposo está en Nimule, una ciudad ugandesa en la frontera con Sudán del Sur. No pudo cruzar la frontera porque no tiene los documentos adecuados. Las mujeres pueden cruzar libremente”, relata Roda. En alguna ocasión ha cruzado la frontera para visitar a su esposo y cuenta cómo “si un hombre cruza la frontera, para el gobierno significa automáticamente que ese hombre se unió a los rebeldes y así no puede regresar”.
Roda llegó a Sudán del Sur en 2014 y al llegar, no tenían nada para comer: “Mis hijos realmente sufrieron hambre. No teníamos un lugar para quedarnos y no había nadie para ayudarnos. Tuve que construir nuestro refugio con ladrillos. Construí los cimientos y luego vendí mi ración de alimentos para poder pagar a hombres para terminar la casa. En este momento, uso mi ración de alimentos para hacer buñuelos que vendo para obtener dinero para mi familia, pero no es suficiente. Mi esposo también envía dinero para ayudar a mantener a la familia.”
Hoy, Roda vive en un asentamiento de refugiados en Uganda con sus cuatro hijos y está embarazada de su quinto hijo. También cuida a los tres hijos de su hermana menor. Roda es miembro activo de uno de los muchos grupos de apoyo "mamá a mamá" creados por Acción contra el Hambre en el norte de Uganda para ayudar a las madres a reconstruir sus vidas. “Todos los niños van a la escuela. Si tengo problemas, los comparto con las otras madres del grupo. Estamos todas unidas. Somos todas hermanas”.