

Yemen: una década de crisis humanitaria
Yemen sigue siendo una de las mayores crisis humanitarias del mundo y el país más pobre de la península arábiga. En un contexto de declive económico y aumento de precios, la mayoría de la población yemení no tiene acceso a alimentos, agua ni servicios de salud adecuados. Desde 2012, los programas de Acción contra el Hambre han apoyado a las comunidades más vulnerables en el sur y el norte de Yemen.
A pesar de la disminución en la intensidad de los combates, casi la mitad de la población yemení sufre de inseguridad alimentaria. Aproximadamente 2,7 millones de mujeres embarazadas y lactantes necesitan tratamiento contra la malnutrición aguda, y el 55% de los niños menores de cinco años padecen malnutrición crónica. Debido a la falta de acceso a atención médica y vacunas, los niños también están particularmente amenazados por enfermedades como el cólera, el sarampión o la difteria.
Yemen sigue siendo una de las mayores crisis humanitarias del mundo y el país más pobre de la península arábiga. En un contexto de declive económico y aumento de precios, la mayoría de la población yemení no tiene acceso a alimentos, agua ni servicios de salud adecuados.
Desde 2012, los programas de Acción contra el Hambre han apoyado a las comunidades más vulnerables en el sur y el norte de Yemen.
A pesar de la disminución en la intensidad de los combates, casi la mitad de la población yemení sufre de inseguridad alimentaria. Aproximadamente 2,7 millones de mujeres embarazadas y lactantes necesitan tratamiento contra la malnutrición aguda, y el 55% de los niños menores de cinco años padecen malnutrición crónica. Debido a la falta de acceso a atención médica y vacunas, los niños también están particularmente amenazados por enfermedades como el cólera, el sarampión o la difteria.
Como cinco millones de yemeníes desplazados, la familia de Fatma se vio obligada a huir de su hogar debido al conflicto y ahora vive en un refugio improvisado. "Al ver la devastación de nuestra casa, temí por nuestra supervivencia. Tomé a mis hijos en brazos y me fui", explica Fatma, madre de cinco hijos originaria de la región de Hodeida. Fatma, junto con su esposo, su madre y sus hijos, recorrió cientos de kilómetros antes de llegar a un campamento para desplazados en Al-Musaimeer, en la gobernación de Abyan. La familia dependía del trabajo del padre para sobrevivir, pero un accidente lo dejó incapacitado de manera permanente. Aunque reciben apoyo financiero de familiares, a menudo se van a la cama con el estómago vacío.

Como cinco millones de yemeníes desplazados, la familia de Fatma se vio obligada a huir de su hogar debido al conflicto y ahora vive en un refugio improvisado. "Al ver la devastación de nuestra casa, temí por nuestra supervivencia. Tomé a mis hijos en brazos y me fui", explica Fatma, madre de cinco hijos originaria de la región de Hodeida. Fatma, junto con su esposo, su madre y sus hijos, recorrió cientos de kilómetros antes de llegar a un campamento para desplazados en Al-Musaimeer, en la gobernación de Abyan. La familia dependía del trabajo del padre para sobrevivir, pero un accidente lo dejó incapacitado de manera permanente. Aunque reciben apoyo financiero de familiares, a menudo se van a la cama con el estómago vacío.
"Un día, mi hijo Ali estaba tan débil que temí por su vida. Nació con un peso saludable, pero a los 10 meses, el equipo móvil de Acción contra el Hambre le diagnosticó malnutrición aguda severa. En la unidad de salud, los médicos le dieron alimentos terapéuticos especiales y lo monitorearon de cerca. Después de una difícil recuperación de nueve días, lo vi recuperar fuerzas. Acción contra el Hambre cubrió nuestros gastos de transporte para que pudiéramos volver a los controles regulares. También nos proporcionaron productos de higiene y nos enseñaron a prevenir la malnutrición. Hoy, Ali está sano nuevamente".

Después de una década de conflicto y crisis sucesivas, el número de yemeníes que necesitan ayuda humanitaria ha seguido aumentando, pasando de 18,2 millones en 2024 a 19,5 millones en 2025. La inestabilidad en el mar Rojo ha agravado aún más la crisis humanitaria, interrumpiendo el suministro de alimentos, combustible y otros productos esenciales, la mayoría de los cuales son importados. La inseguridad en las costas también ha afectado los medios de vida de los pescadores, quienes proveen alimentos a las regiones cercanas y han tenido que desplazarse en busca de nuevas oportunidades económicas.
Yemen es el tercer país más afectado por la crisis climática a nivel mundial y con frecuencia sufre fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales e inundaciones devastadoras. En 2024, estas inundaciones destruyeron infraestructuras esenciales y afectaron a decenas de miles de personas. Las familias desplazadas, sin acceso a agua potable, saneamiento adecuado o refugios seguros, enfrentan un riesgo aún mayor de desnutrición y enfermedades como el cólera.


Grandes desafíos para la asistencia humanitaria
A pesar de las dificultades para acceder a las zonas afectadas, nuestros equipos trabajan incansablemente para proporcionar a las comunidades los recursos necesarios para su supervivencia. Solo en 2023, más de una década después del inicio de nuestros programas, brindamos apoyo a más de 400,000 personas. Ofrecemos asistencia médica, tratamientos nutricionales y agua potable para prevenir epidemias como el cólera. Además, nuestros terapeutas ayudan a sanar las heridas invisibles que deja esta crisis humanitaria.