CONFLICTOS
DONDE HAY CONFLICTO, HAY HAMBRE
El hambre es a la vez causa y consecuencia de los conflictos. Más del 85% de las personas que sufren crisis de hambre viven en países afectados por conflictos, muchos de los cuales tienen su origen en disputas por los alimentos, el agua o los recursos necesarios para producirlos. Los conflictos interrumpen las cosechas, dificultan la entrega de ayuda humanitaria y obligan a las familias a huir de sus hogares.
SALVAMOS VIDAS
Aunque la paz es la solución definitiva, es vital proteger la vida, la salud y el bienestar de las familias afectadas por conflictos y crisis. Por eso trabajamos para salvar vidas y prevenir el hambre en las zonas de conflicto más difíciles y complejas del mundo, como Yemen, Siria, Sudán, Somalia, Etiopía y Nigeria.
EL CONFLICTO IMPULSA EL HAMBRE
Para crear un mundo sin hambre, para todos y para siempre, debemos abordar las causas y consecuencias de los conflictos.
89,3
millones de personas
fueron desplazadas a
la fuerza en 2021.
85%
de las personas más pobres del
mundo vivirán en zonas frágiles
y afectadas por conflictos en 2030.
Las causas del hambre
El hambre es predecible, prevenible y tratable. Pero para acabar con el hambre, primero debemos comprender y abordar los problemas que perpetúan la crisis mundial del hambre.