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La historia de Awalou

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A los nueve meses, Awalou Mourtala pesaba tan solo 4 kilos y tenía 62 centímetros de altura, solo unos gramos más que un bebé recién nacido y sólo 10 centímetros más alto. Este es el estado en el que Awalou se encontraba cuando llegó al Centro de Rehabilitación Nutricional Intensiva (CRENI) en Mayahi, al sur de Níger. Sufría de desnutrición aguda severa.
Pero sólo ocho días después de llegar, Awalou ya se encontraba mucho mejor, con su cabeza apoyada en el pecho de su madre, Aisha, de 20 años, que sabe demasiado bien lo que es la miseria. “Mi bebé nació sano”, comenta Aisha. “Yo le di leche materna desde su nacimiento y también le di mijo y agua. De repente cayó enfermo, comenzó a tener diarrea y vómitos, dejó de comer y rechazó la leche materna. Fui a la clínica y la enfermera me envió al CRENI”.
El CRENI de Mayahi es uno más de los 15 centros ambulatorios para el tratamiento de la desnutrición que apoyamos, financiado por el Departamento Internacional para el Desarrollo del Reino Unido.

La tasa de desnutrición aguda severa en Mayahi es muy elevada, alrededor del 13%. En 2010, una de cada cinco personas se vio afectada por una grave inseguridad alimentaria a consecuencia de las desastrosas condiciones agropastorales de 2009. Privados del acceso a una alimentación suficiente, miles de familias tuvieron que recurrir a la ayuda desde el extranjero durante varios meses. Estas condiciones aumentaron el riesgo para los niños de padecer desnutrición. Incluso los índices “normales” en la región eran ya altos. Para prepararse de cara al aumento de admisiones en los centros de nutrición, ACF organizó un apoyo institucional a través de recursos humanos complementarios, suministros adicionales de medicamentos y de alimentos terapéuticos, formación de personal sobre los cuidados y el uso de herramientas y equipos.
En el CRENI de Mayahi, Awalou fue tratado con antibióticos, medicamentos antipalúdicos, leche terapéutica y vitaminas. Poco a poco empezó a comer, tomando leche por una sonda, y finalmente aceptó ser amamantado por su madre. Aisha se tranquilizó: “Puse tanta esperanza en llegar aquí porque hemos sufrido mucho, y me dijeron que mi hijo mejoraría. Ahora está cada vez mejor y me siento muy feliz por haber venido”.
Hadiza Chaibou, una enfermera del centro, cuenta que Awalou se quedó cuatro días en cuidados intensivos, donde se tenía bajo control su salud y sus síntomas desaparecieron. Una vez estabilizado, recibirá el alta del centro y se le recomendará un tratamiento como paciente ambulatorio.
En una sociedad en la que las mujeres son esenciales para el funcionamiento del hogar y, a menudo, responsables de muchos niños, el pasar tanto tiempo en un centro médico puede ser una dificultad más. Por esta razón, el próximo paso será tener alimentos terapéuticos listos para suministrarlos a los pacientes ambulatorios. Para las madres esto constituye una verdadera revolución. Cada semana reciben las raciones necesarias de alimentos nutritivos a base de pasta de maní, hasta que sus hijos se recuperen.
Aisha dice que necesita volver a su pueblo cuanto antes. “Por suerte mi hermana Ouma está conmigo allí, es una gran ayuda. Ella juega con Awalou mientras hago las cosas como lavar... es una buena compañía”.
En el CRENI de Mayahi, Aisha recibió valiosos consejos sobre la alimentación de los bebés para el futuro, incluida la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. “Ahora sé que no hay que dar agua a los bebés desde el nacimiento, ya que puede causar diarrea. ¡Quiero que mis hijos crezcan sanos!”

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Proyecto financiado por ECHO para el fortalecimiento de la seguridad nutricional en los departamentos de Keita, Bouza y Abalak (región de Tahoua) y Mayahi (región de Maradi) en Níger.

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