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Trabajadoras de Acción contra el Hambre realizan sesiones de sensibilización y prevención en salud en Az Zuhrah, Yemen © Mohammed Alhasanai para Acción contra el Hambre
Trabajadoras de Acción contra el Hambre realizan sesiones de sensibilización y prevención en salud en Az Zuhrah, Yemen © Mohammed Alhasanai para Acción contra el Hambre

Yemen: la seguridad alimentaria sigue deteriorándose

Actualidad
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Casi la mitad de la población de las zonas controladas por el gobierno de Yemen en el sur del país experimentó altos niveles de inseguridad alimentaria aguda entre julio y septiembre de 2024.

Un total de 4,7 millones de personas habrían entrado en la fase 3 o superior del IPC (situación de crisis o peor), según los últimos análisis de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC por sus siglas en inglés), del que forma parte Acción contra el Hambre .

“La inseguridad alimentaria ha aumentado continuamente en Yemen en los últimos meses. En Al Khawkah, una zona donde la prevalencia de la desnutrición supera el 30%, 1.696 personas habían sido tratadas por desnutrición aguda de moderada a grave en los cuatro centros de salud apoyados por Acción contra el Hambre de abril a julio de 2024, lo que representa un aumento del 64% en comparación con el mismo período del año pasado”, explica la directora de Operaciones para Oriente Medio de Acción contra el Hambre, Anne Garella. “Yemen está experimentando una mejora en su situación de seguridad en comparación con el período entre 2015 y 2021. Sin embargo, las tasas de desnutrición que estamos observando en la costa occidental son ahora peores que las registradas durante el período de conflicto, antes de 2021”, añade.

La recesión económica, caracterizada por la depreciación de la moneda y el aumento de los precios de los alimentos, combinada con la irregularidad de la ayuda alimentaria humanitaria, sigue provocando altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. Además, otros factores más cíclicos han afectado a la seguridad alimentaria del país. 

“Las lluvias torrenciales de agosto de 2024 causaron inundaciones que devastaron viviendas, trastornaron las actividades agrícolas, provocaron pérdidas de ganado y tierras de cultivo, y desplazaron alrededor de 400.000 personas, principalmente en zonas de Marib, Al Hodeidah, Taiz y Ad Dhali,” explica Anne Garella. “Además, el aumento significativo de las hostilidades en el Mar Rojo y en territorio yemení es un factor desestabilizador, dado que es probable que se limite aún más el acceso de la población a sus medios de subsistencia.” 

Sin embargo, la capacidad de las organizaciones humanitarias en Yemen está limitada por una financiación a media asta. Sólo se financió el 44% de las necesidades humanitarias en 2024, mientras que algunos donantes han redirigido su financiación del norte al sur del país a pesar de la preocupante situación humanitaria en el norte. “La ayuda humanitaria no debe politizarse y debe canalizarse hacia donde se necesita con más urgencia,” concluye Anne Garella. 

Tras una década de conflicto, más de 18 millones de personas -la mitad de la población- necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, y 17 millones padecen inseguridad alimentaria en Yemen, según las Naciones Unidas. En Yemen, Acción contra el Hambre apoya la rehabilitación de las infraestructuras sanitarias y el acceso al agua potable y la higiene, proporciona apoyo psicológico y psicosocial a las personas afectadas por la violencia y los abusos, apoya los centros de salud en las zonas más afectadas por la desnutrición y trabaja para reforzar la capacidad de los hogares para generar ingresos y acceder a los alimentos en el mercado.

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