Siete años de guerra en Siria, siete años de vida huyendo
El conflicto ha forzado a 5,4 millones de sirios a huir a países vecinos y 6,1 millones se han visto obligados a abandonar sus hogares dentro de las fronteras sirias. Los desplazamientos tienen un severo impacto en la población, erosionando los medios de subsistencia de la población y, muchas veces, obligando a las familias a recurrir a mecanismos extremos de supervivencia. Las perspectivas de avance de la crisis en Siria para 2018 no son demasiado esperanzadoras.
Historias que revelan cómo viven la guerra los niños de Siria
Te presentamos a Ayman, Kafaá, Mohammad-Wissam, Mohammad, Noor, Sahar y Wassim. Siete niños de siete años que han pasado la mayor parte de su vida viviendo en campos de refugiados. 7 fotos, 7 historias de vida y guerra. Toda una generación perdida, que no conoce nada más allá del cruel escenario en el que les ha tocado vivir. Estos niños sirios nos hablan de sus juguetes favoritos y de su deseo por regresar a su hogar.
Imagen
Ayman de Daraa, Siria.
Un avión rojo es su juguete favorito porque le encanta ese color y los aviones. “Con aviones puedes volar y me gustaría volar a Siria. Allí tenía dos conejos como mascotas con los que jugaba todo el tiempo, pero los perdí con la guerra. Algún día me gustaría volver a tener otros”.
Imagen
Kafaá de Halab, Siria.
Su juguete favorito es un pequeño coche de juguete porque le encantan los viajes por carretera y la naturaleza. Siempre se imagina a sí misma en un coche viajando por todo Siria y los conociendo los sitios más bonitos. “Mi casa en Siria es mucho más bonita. Tiene paredes de verdad, no falsas como las de la caravana en la que vivimos”.
Mohammad-Wisam de Daraa, Siria.
Nos cuenta que su juguete favorito es un collar con cuentas, porque lo agita cada vez que baila "Dabkeh", un baile tradicional, y escucha viejas canciones sirias. “Mi abuelo todavía está allí. Me encantaría ir a verlo algún día porque me pusieron su nombre”.
Mohammad de Daraa, Siria.
Su juguete favorito es un pez porque su padre era pescador y siempre hablaba de su trabajo. Algún día quiere ser como él. Su pez es muy especial, no es como cualquier otro, y usa un casco para poder mantenerlo a salvo.
“Mi familia en Siria siempre nos envían fotos de donde vivíamos y de los pájaros que vuelan, me encantan”.
Noor de Hama, Siria.
Le encanta su muñeca porque es un regalo de su abuela y la ha llamado como ella, Amina. "No la trato como a una muñeca, sino como a una amiga".
“Me encanta Hama y todo Siria. Con grandes árboles y parques, donde jugaba con mis primos”.
Sahar de Daraa, en Siria.
Su juguete favorito es una pequeña ardilla de juguete porque su primo tiene otra igual y prometieron ser amigos para siempre.
“Siria es verde y hermosa, llena de árboles y hierba. Me encantaría regresar y correr por el campo”.
Wassim de Halab, Siria.
Su juguete favorito es un león porque representa la fortaleza y siempre que lo sostiene se siente más fuerte. “No recuerdo mucho de Siria, pero mis padres me han contado muchas cosas buenas, como el jardín que rodea nuestra casa. Algún día volveremos”.