

Plumpy’Nut
El alimento terapéutico que salva vidas
Plumpy’Nut es un alimento terapéutico listo para usar, también conocidos como RUTF (por sus siglas en inglés, Ready-to-Use Therapeutic Food) que ha revolucionado el tratamiento de la desnutrición aguda severa en niños. Este producto, desarrollado en los años 90, ha sido clave en intervenciones humanitarias en todo el mundo, gracias a su eficacia, facilidad de uso y capacidad para llegar a zonas de acceso limitado.
Historia del Plumpy'Nut
Plumpy’Nut fue creado en 1996 por el científico francés André Briend, en colaboración con la empresa francesa Nutriset. Antes de su introducción, el tratamiento de la desnutrición aguda severa dependía de fórmulas de leche terapéutica que requerían condiciones hospitalarias, agua potable y personal especializado, limitando enormemente el acceso al tratamiento. Briend desarrolló un alimento denso en nutrientes y en contenido energético que pudiera administrarse sin agua ni cocción, ideal para contextos de emergencia.
Desde entonces, Plumpy’Nut se ha posicionado como el RUTF por excelencia y ha sido utilizado por organizaciones como Acción contra el Hambre, UNICEF o Médicos Sin Fronteras para combatir la desnutrición infantil en países afectados por crisis humanitarias, conflictos o pobreza extrema.
¿Qué es un RUTF?
Un RUTF (Ready-to-Use Therapeutic Food) es un alimento terapéutico caracterizado por:
- Alta densidad energética: proporciona muchas calorías en pequeñas cantidades.
- Rico en micronutrientes esenciales: proteínas, grasas, vitaminas y minerales en cantidades terapéuticas.
- Listo para consumir: no requiere agua ni preparación.
- Larga vida útil: puede almacenarse sin refrigeración y es resistente a la contaminación.
- Seguro para uso domiciliario: sin supervisión médica.
Aunque hay varios tipos, Plumpy’Nut es el RUTF más reconocido y ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud como parte del protocolo oficial para tratar la desnutrición infantil. Está destinado principalmente a niños de entre 6 meses y 5 años que, debido a la mala alimentación, han perdido sus reservas nutricionales o presentan un organismo debilitado.
Composición del Plumpy'Nut
Plumpy’Nut está formulado para cubrir las necesidades nutricionales críticas de los niños con desnutrición aguda severa. Su composición incluye
- Cacahuete
- Azúcar
- Aceite vegetal
- Leche en polvo
- Complejo de vitaminas y minerales
Este alimento tiene un alto contenido calórico (aproximadamente 500 kcal por sobre de 92 g), y proporciona proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y minerales esenciales para la recuperación nutricional.
Beneficios del Plumpy'Nut
Plumpy’Nut ofrece múltiples ventajas frente a otros tratamientos nutricionales:
- Eficacia comprobada
Estudios han demostrado que Plumpy’Nut puede revertir la desnutrición severa en cuestión de semanas, con tasas de recuperación superiores al 90% en programas bien gestionados. Con 3 sobres diarios, un niño puede ganar 1 kilo por semana. Cada niño necesita, de media, entre dos y tres meses para recuperarse casi totalmente.
- Facilidad de distribución
Su formato en sobres individuales facilita tanto su almacenamiento como su transporte, incluso en entornos adversos. No requiere refrigeración, lo que le permite soportar temperaturas extremas y mantenerse en buen estado, incluso después de haber sido abierto. Cuando permanece sellado, su vida útil puede superar los dos años desde su fabricación, lo que favorece su uso y distribución en contextos humanitarios.
- Uso seguro
Al estar envasado herméticamente, tiene bajo riesgo de contaminación bacteriana. Además, al no tener que mezclarse con agua, como es el caso de otros alimentos terapéuticos, se evitan diarreas. Así mismo, es muy difícil que se ingiera más cantidad de la necesaria.
- Uso domiciliario
A diferencia de otros tratamientos que requieren hospitalización, Plumpy’Nut puede administrarse en casa sin supervisión especial. Esto reduce costos y mejora la cobertura, tratando a niños y niñas en sus propias comunidades. Gracias al RUTF, a día de hoy más del 80% de los casos pueden tratarse de forma ambulatoria, lo que supone una descentralización completamente revolucionaria
- Atractivo para los niños
Su sabor dulce y textura similar a la mantequilla de cacahuete lo hacen aceptable para los niños, incluso aquellos con apetito reducido.
Impacto humanitario y Acción contra el Hambre
Plumpy’Nut ha tenido un impacto humanitario profundo, especialmente en regiones afectadas por hambrunas, conflictos armados, desplazamientos forzados y catástrofes naturales. Su uso ha sido clave en países como Sudán del Sur, Yemen, Somalia y Haití, donde los sistemas de salud están colapsados o son inaccesibles. Gracias a su portabilidad y facilidad de administración, ha permitido tratar a millones de niños en sus propios hogares o en clínicas móviles, reduciendo la mortalidad infantil y mejorando las tasas de recuperación nutricional en contextos extremadamente vulnerables.
Nuestra organización lleva desde 2017 solicitando la inclusión del RUTF en la Lista de Medicamentos Esenciales, algo que la OMS aprobó finalmente en 2023. Ser parte de esta lista facilita el acceso a los alimentos terapéuticos, y reconoce la desnutrición aguda infantil como una prioridad de salud pública.
El RUTF no es una solución mágica, pero sí una herramienta poderosa. En Acción contra el Hambre utilizamos el Plumpy’Nut como parte fundamental de nuestros programas de nutrición terapéutica en las áreas donde trabajamos, proporcionándolos en los centros de salud y en las comunidades afectadas cuando es necesario.
Un recurso en peligro
Los datos recopilados por la OMS indican que en 2024 al menos 42,8 millones de niños y niñas sufren desnutrición en el mundo, y de ellos, 12,2 millones sufren desnutrición aguda severa, lo que los sitúa en mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo, solo un poco menos del 25% de ellos tiene acceso a este tipo de tratamientos, que podrían salvar sus vidas A pesar de su eficacia, el acceso al RUTF está en riesgo por la escasez de fondos y suministros a nivel global. Los recientes recortes en la ayuda humanitaria han provocado una escasez mundial de esta pasta de cacahuetes terapéutica. Países como Malí, Níger o Chad ya hacen frente a interrupciones en el suministro, y otros como Sudán o Uganda podrían quedarse sin existencias en 2025.