Molinos solares para mejorar el tratamiento contra la desnutrición en 71 aldeas de Mauritania
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Los equipos de Acción contra el Hambre han establecido 71 molinos solares en unidades básicas de salud de la región de Guidimaka, en el sur de Mauritania. Estos molinos permitirán la puesta en marcha de una serie de actividades generadoras de ingresos que contribuirán a hacer más sostenibles las unidades básicas de salud, imprescindibles para asegurar la cobertura sanitaria de toda la población, y promoverán buenas prácticas de alimentación, al mismo tiempo que reducirán la carga de trabajo de las mujeres.
Esta actividad, financiada por UNICEF y la Fundación Al Thani, y ejecutada en colaboración con la Dirección de Salud Materno-Infantil de Mauritania, forma parte del enfoque iCCM+ (Integrated Community Case Management + SAM), que consiste en incluir el tratamiento de la desnutrición aguda en todas las actividades que los agentes de salud comunitarios llevan a cabo en sus respectivas aldeas.
Estos agentes de salud comunitarios, en su mayoría mujeres, son personas elegidas en su propia comunidad para prestar servicios básicos de salud y que tratan con éxito fiebres, diarreas o algunas enfermedades respiratorias. Llevar el tratamiento contra la desnutrición a través de ellas a las comunidades garantiza un mayor alcance y, por tanto, aumenta el número de menores enfermos tratados.
Sin ellas, muchos niños y niñas con desnutrición no completarían sus tratamientos debido a las largas distancias entre sus hogares y los centros sanitarios, la falta de transporte o las inseguridades que asaltan en el camino. Gracias a este enfoque, son identificados y tratados rápidamente en sus propias comunidades, antes de que se lleguen a desarrollar complicaciones.
“El suministro de medicamentos es un verdadero reto en nuestra Unidad Básica de Salud. Aquí, todos los medicamentos son gratuitos, lo que significa que casi no tenemos ingresos. La instalación de este molino solar por parte de Acción contra el Hambre nos permitirá estar motivadas como trabajadoras sanitarias, pero también poder comprar los medicamentos que la comunidad necesita”, cuenta Marieta, agente de salud comunitaria en Zngeiga peulh.
Además, estos molinos proporcionan una fuente de energía sostenible a las localidades donde han sido colocados, ya que para su funcionamiento se han instalado paneles solares que también pueden alimentar otras actividades como iluminación. Las agentes de salud comunitarias ven su carga de trabajo reducida al tener una solución local y menos trabajosa para el procesamiento de cereales y se consigue promover buenas prácticas alimentarias, pues se muele el grano sin descascarar, un proceso menos estresante.
