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NOTA DE PRENSA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE LÍBANO
NOTA DE PRENSA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE LÍBANO

Los centros de Acción contra el Hambre de tratamiento de desnutrición amenazados por las órdenes de desplazamiento y las incursiones militares en la ciudad de Gaza

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  • La organización ha establecido más de 13 puntos de tratamiento comunitario de la desnutrición aguda en toda la Franja de Gaza y ha tratado a cientos de niños menores de cinco años que padecían desnutrición aguda y grave.
  • Los planes militares en el norte de Gaza tienen como objetivo trasladar por la fuerza a casi un millón de palestinos que viven en la ciudad de Gaza y el norte de Gaza a zonas del centro y el sur de la Franja de Gaza.
  • El traslado forzoso, cuando se lleva a cabo como un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, constituye una grave violación del derecho internacional. Toda evacuación debe ser temporal, se debe permitir a los civiles regresar a sus hogares tan pronto como cesen las hostilidades y se deben garantizar condiciones adecuadas de alojamiento, higiene, seguridad y nutrición para la población desplazada.

La incursión militar prevista en la ciudad de Gaza amenaza con tener consecuencias devastadoras para una población ya debilitada por el hambre, las pérdidas y los repetidos desplazamientos. Las familias se enfrentan a una elección imposible: afrontar un desplazamiento permanente con pocas o ninguna perspectiva de retorno, o la muerte, lesiones graves, enfermedades y hambre si se quedan. Empujar a cientos de miles de personas más al sur en estas condiciones puede constituir un traslado forzoso, una grave violación del derecho internacional.

"Lo que estamos viendo en la ciudad de Gaza no es solo una crisis, es un colapso de la supervivencia humana", afirma Natalia Anguera, directora de Operaciones para Oriente Medio de Acción contra el Hambre. "Las familias están hambrientas, agotadas, afligidas y no pueden imaginar tener que trasladar a sus hijos, algunos por vigésimo sexta vez en menos de dos años. A pesar de los incansables esfuerzos de nuestros equipos, ellos también se enfrentan a este mismo colapso".

El coste humano de esta incursión será abrumador. Los equipos de Acción contra el Hambre no solo se enfrentan una vez más al desplazamiento, sino que también corren el riesgo de perder el acceso a zonas críticas donde actualmente están activos los servicios de distribución de agua, alimentos y nutrición. Las organizaciones humanitarias no pueden ser instrumentalizadas como medio de traslado forzoso: Acción contra el Hambre se compromete a seguir apoyando a las comunidades dondequiera que se encuentren. Al mismo tiempo, las operaciones humanitarias no pueden convertirse en un motor de desplazamiento: alejar por la fuerza los servicios de lugares como la ciudad de Gaza corre el riesgo de crear condiciones en las que las personas sientan que no tienen más remedio que marcharse.

Las evaluaciones nutricionales y el tratamiento de Acción contra el Hambre para niños y niñas desnutridos y mujeres embarazadas y lactantes podrían verse interrumpidos en las zonas de alto riesgo de desnutrición. La organización ha establecido más de seis puntos de gestión comunitaria de la desnutrición aguda en toda la ciudad de Gaza y ha tratado a cientos de niños, niñas y bebés que padecen desnutrición aguda y grave, con tres espacios seguros para madres y bebés. Solo en julio y agosto, los equipos de nutrición de Acción contra el Hambre atendieron más de 400 casos de menores desnutridos, el 20% de ellos graves.

Las actividades esenciales, como el transporte de agua en camiones cisterna y la rehabilitación de las infraestructuras sanitarias, se ven amenazadas por los continuos bombardeos, las operaciones terrestres y las órdenes de desplazamiento. En la ciudad de Gaza, la disponibilidad de agua ha disminuido en un 70% debido a la escasez de combustible y a los daños en las infraestructuras, lo que obliga a depender de camiones cisterna, que solo debería ser una solución temporal. Muchas familias carecen de los medios para recoger o almacenar el agua limitada que se les suministra, y el acceso de los camiones puede verse interrumpido por la actividad militar. Sin la restauración de las infraestructuras de agua y saneamiento de Gaza, las comunidades siguen corriendo un grave riesgo de hambruna y enfermedades.

Al menos el 86% de la Franja de Gaza ya se encuentra bajo órdenes de desplazamiento o en zonas militarizadas. Tanto en las zonas bajo órdenes de desplazamiento o zonas militares como en las que no lo están, la infraestructura dañada y el hacinamiento hacen que el acceso al agua, los alimentos, el alojamiento y la atención sanitaria sea un grave problema. "Es difícil imaginar que casi un millón de personas regresen al sur. No sé cómo explicar esto. Ya no hay refugios. No hay tiendas de campaña, ni lonas. La gente está construyendo refugios de la nada", explica un trabajador de Acción contra el Hambre en Gaza.

Incluso en estas alarmantes circunstancias, "en Acción contra el Hambre reafirmamos una vez más nuestro compromiso de servir a las personas dondequiera que se encuentren, y seguiremos presentes en la ciudad de Gaza, mientras podamos, para proporcionar ayuda vital", afirma Natalia Anguera.

Acción contra el Hambre reitera su llamamiento a un alto el fuego permanente, la liberación incondicional de todos los rehenes y detenidos, y el acceso pleno, a gran escala y sostenido de los actores humanitarios. También recordamos a todas las partes en conflicto que cualquier evacuación debe ser temporal y que se debe permitir a las familias regresar a sus hogares cuando cesen las hostilidades. Todas las poblaciones desplazadas deben tener acceso seguro y digno a refugio, agua, alimentos y atención sanitaria.

"El traslado forzoso constituye una grave violación del derecho internacional. Instamos a todas las partes en conflicto a que respeten el derecho internacional humanitario y garanticen el acceso seguro del personal y los suministros humanitarios", concluye Natalia Anguera.

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