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Invierno en Gaza
Invierno en Gaza

La inseguridad alimentaria continúa durante el invierno: miles de familias en Gaza, sin refugio ante el frío tras las inundaciones

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Gaza: el 75 % de la población sigue padeciendo hambre aguda a pesar del alto el fuego
  • Tras más de dos años de violencia extrema y desplazamientos forzados, el último análisis del IPC confirma que el 75 % de la población sigue enfrentándose a una inseguridad alimentaria que pone en peligro su vida, mientras que el resto sufre hambre crónica. 
  • Las condiciones invernales agravan aún más la crisis. Las fuertes lluvias de los últimos días han inundado los campamentos de desplazados de Gaza, donde miles de familias viven en tiendas de campaña inadecuadas. Los refugios y las pertenencias han quedado destruidos, lo que deja a la población expuesta a las bajas temperaturas y aumenta las necesidades humanitarias.
  • Tras más de dos meses de alto el fuego, el acceso de las organizaciones humanitarias a las poblaciones necesitadas ha mejorado ligeramente. Sin embargo, la ayuda sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de la población. Cualquier mejora en la inseguridad alimentaria puede revertirse rápidamente si se bloquea por completo la ayuda.
  • Con el fin de responder a las necesidades persistentes, los equipos de Acción contra el Hambre continúan trabajando sobre el terreno para proporcionar suplementos nutricionales, agua potable, arena para proteger las tiendas de campaña de las inundaciones y sistemas de alcantarillado y saneamiento rehabilitados. 

A pesar del alto el fuego y de las modestas mejoras en el acceso humanitario y la disponibilidad de alimentos, el hambre en Gaza sigue amenazando a toda la población. El 75 % de la población sufre hambre aguda (fase 3 del IPC o superior), mientras que el resto se enfrenta a una privación crónica de alimentos. Nadie en Gaza está a salvo del hambre.  

Esta situación se ve agravada por las condiciones meteorológicas extremas y los daños en las infraestructuras, ya que las fuertes lluvias de los últimos días han devastado los campamentos de desplazados, donde miles de familias viven en tiendas de campaña sin la protección adecuada.  

Las inundaciones han anegado los refugios, destruido las pertenencias básicas y dejado a muchas personas expuestas a las bajas temperaturas y a nuevas emergencias, lo que ha intensificado aún más las ya graves necesidades humanitarias. «El agua era como un río que fluía hacia nosotros; toda la tienda se inundó. Las lonas se derrumbaron y se dañaron. Empezamos a construir barreras con arena con la esperanza de que el agua no pasara». Las familias viven con el impacto de las inundaciones, los refugios húmedos y la calefacción limitada durante el invierno, lo que dificulta el mantenimiento de la higiene y la nutrición. 

 

La lucha diaria por alimentarse en Gaza: familias solo comen proteínas una vez por semana 

Más de dos meses después del alto el fuego, el acceso de las organizaciones humanitarias a las poblaciones necesitadas ha mejorado ligeramente. Sin embargo, las familias de Gaza siguen enfrentándose a múltiples retos para acceder a una nutrición adecuada. En Deir Al-Balah, muchos hogares consumen alimentos ricos en proteínas o verduras solo una vez a la semana. La destrucción de las tierras de cultivo, los mercados y los medios de subsistencia ha dejado a las familias luchando por satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Los precios siguen siendo elevados: una caja de huevos cuesta hasta 100 NIS (26 euros), mientras que el 80 % de las familias han perdido su principal fuente de ingresos. 

Natalia Anguera, directora operativa de Acción contra el Hambre en Oriente Medio, señala: «Lo que estamos viendo es una estabilización extremadamente precaria basada únicamente en mecanismos de emergencia. Toda la población de Gaza vive en una incertidumbre constante. No debemos confundir la mejora de nuestra capacidad para llevar a cabo las actividades de apoyo a las poblaciones con una recuperación real y sostenible: sin un camino claro hacia el futuro, el hambre persistirá como método de control, en lugar de como una crisis resuelta».  

 

Nuestros equipos siguen activos sobre el terreno 

Los equipos de Acción contra el Hambre siguen trabajando en Gaza con programas de nutrición que salvan vidas, distribución de alimentos terapéuticos y centros de alimentación para lactantes y niños pequeños.  

En respuesta a la preparación para el invierno y al impacto de las recientes inundaciones, estamos apoyando a las comunidades afectadas proporcionándoles protección de arena para proteger las tiendas de campaña de la lluvia, agua potable, promoción de la higiene, suplementos nutricionales y rehabilitación de los sistemas de alcantarillado y saneamiento dañados. «Estas actividades han tenido un impacto directo y positivo en la comunidad, ya que han mejorado las condiciones sanitarias, reducido los riesgos y garantizado que las familias tengan acceso a una asistencia segura en circunstancias difíciles», afirmó un miembro del personal de Acción contra el Hambre en Gaza. 

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