Es imprescindible más compromiso político con el agua como derecho humano
Acción contra el Hambre asiste a la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas en Nueva York
Pablo Alcalde, responsable de Agua, Saneamiento e Higiene de Acción contra el Hambre, asistió a la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas en Nueva York representando a la organización, donde defendió la importancia de reivindicar el agua como un derecho humano y exigió más compromiso político para defenderlo.
“Echamos de menos más compromiso político vinculante pero, probablemente a raíz de esta conferencia, tengamos un enviado especial en Naciones Unidas que mueva el agua, el saneamiento, la higiene y la seguridad hídrica; la importancia que tienen y que estos días se ha hecho evidente dentro de la sede de las Naciones Unidas”, dice Alcalde desde la Conferencia.
El agua es la base de una vida digna y plena. Vertebra comunidades y sociedades, es la base de culturas y civilizaciones, del desarrollo socioeconómico y la prosperidad.
Sin embargo, 844 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua limpia para cultivar o calmar su sed. Cada año, alrededor de 4 millones de personas mueren por enfermedades relacionadas con agua y saneamiento, como la desnutrición.
No se puede combatir el hambre sin asegurar el acceso a agua limpia, saneamiento seguro e higiene. Por eso, es una de las principales áreas de intervención de Acción contra el Hambre. Por eso, la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas en Nueva York era tan esperada.
Por fin, la problemática de la falta de acceso al agua, saneamiento e higiene se ha vuelto a poner sobre la mesa en un foro internacional. Trece años han pasado desde que el acceso al agua potable y al saneamiento seguro fue reconocido como derecho humano por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y todavía más de la mitad de la población mundial carece de acceso a saneamiento digno. Sin acceso a agua, las familias pierden sus cosechas y sus medios de vida. Sin agua suficiente y segura, los niños y niñas están en alto riesgo de sufrir desnutrición, con un impacto irreversible en su crecimiento físico, mental e intelectual.
Es imprescindible que nos comprometamos a asegurar el acceso suficiente, equitativo y asequible al agua para romper el círculo vicioso entre hambre y falta de seguridad hídrica.
No solo los Gobiernos deben mostrar un mayor compromiso con el agua como derecho. La financiación humanitaria de los programas de agua, saneamiento e higiene sufre un peligroso déficit, lo que complica sobremanera promover la salud, prevenir la malnutrición y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Si quieres saber más, puedes leer nuestro informe “La Financiación de la Crisis Mundial del Agua".