"El hambre nos persiguió": la larga travesía de una madre hacia la seguridad en Sudán del Sur
La violencia en la disputada región de Abyei deja miles de personas desplazadas
La violencia ha desarraigado a miles de personas en la región de Abyei, situada en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur. Muchas de ellas, como la sudsudanesa Adut Monywiir, se vieron obligadas a huir con lo poco que podían cargar.
Adut huyó en abril de 2022 debido a este conflicto en curso. La región de Abyei, de poco más de 3.800 millas cuadradas, ha sido reclamada tanto por Sudán como por Sudán del Sur, que se disputan el estatus de la zona.
«Me fui por la gravedad, por mis hijos», dijo Adut. «La gente quemaba las casas por la noche. Durante el día estallaba la guerra. Matan a niños y mujeres. Normalmente matan a cualquiera que se interponga. Decidí que era mejor huir para que no nos mataran».
Tras el estallido de los combates en Abyei, las autoridades locales aconsejaron a Adut y a su familia que se refugiaran temporalmente en Akoong, en Sudán del Sur. El viaje hacia la seguridad no fue fácil: ella y sus cinco hijos caminaron durante seis días con el estómago vacío y un calor extremo. «Mis hijos y yo viajamos a pie. No viajamos por carretera», explica. «Teníamos que atravesar el monte. Si nos hubieran cogido en la carretera nos habrían matado. El hambre nos perseguía en nuestro camino. No llevábamos comida. Sobrevivíamos a base de frutas silvestres y hojas».
Una realidad devastadora
Hay más personas desplazadas que nunca: a finales de 2023, 75,9 millones de desplazados internos se enfrentaban a crisis en su propio país. En Sudán del Sur, casi 2,3 millones de personas se han visto desplazadas internamente, en gran parte por el conflicto y las perturbaciones climáticas. La mayoría, como Adut, se ven obligadas a marcharse sin apenas previo aviso. Su historia no es infrecuente; de hecho, muchas personas desplazadas internas han realizado viajes similares a causa de la violencia. Durante más de dos años, Adut ha permanecido en un asentamiento situado en Akoong, donde Acción contra el Hambre ofrece servicios a todas las familias desplazadas.
Cuando llegó al asentamiento, Adut estaba agotada y hambrienta. Contaba con muy pocas posesiones. Tuvo que cuidar sola de sus hijos, ya que la intensidad del conflicto impidió que su marido emprendiera el viaje y pudiera reunirse con su familia.
Los hijos de Adut estaban muy enfermos debido a los largos días sin agua ni comida. Uno de los niños estaba gravemente desnutrido. Adut se sentía desesperanzada e insegura sobre el futuro de su familia. Su vida estaba en pausa mientras esperaba volver a casa y se preguntaba si alguna vez lo conseguiría. Instaló una pequeña vivienda en el campo de desplazados.
En Akoong, otros cientos de desplazados internos se amontonan en casas provisionales hechas con ramas y palos. Cada familia dispone de muy poco espacio para cobijarse y descansar. Los recursos de la zona son muy limitados. «El reto es la comida», explica Adut. «No hay tierra para cultivar, no para nosotros los desplazados internos».
Tres semanas después de que Adut se instalara en Akoong con sus hijos, el equipo de emergencia de Acción contra el Hambre se instaló en la zona para prestar servicios de nutrición a cientos de familias vulnerables.
El Equipo Multisectorial de Emergencias de Acción contra el Hambre
El Equipo Multisectorial de Emergencias de Acción contra el Hambre ayuda a las comunidades que se enfrentan a necesidades humanitarias urgentes. Este equipo suele responder en algunas de las zonas más remotas y de más difícil acceso. A menudo, son los únicos equipos de emergencia en kilómetros y kilómetros. Proporcionan asistencia vital hasta que se pueden desarrollar programas más permanentes y a más largo plazo. Desde la distribución urgente de vacunas hasta la atención postnatal o el tratamiento de la desnutrición mortal, el equipo de emergencias trabaja sin descanso para prestar servicios a quienes los necesitan.
El equipo de Acción contra el Hambre en Sudán ofrece asistencia a los más necesitados en la región. Foto: Acción contra el Hambre
A menudo, el equipo de emergencia trabaja en zonas peligrosas, con altos niveles de inseguridad alimentaria y enfermedades. Con un acceso limitado a la asistencia sanitaria, el equipo es uno de los únicos grupos que pueden salvar vidas y devolver la esperanza.
Adut agradeció el apoyo del equipo de emergencia. Su hijo desnutrido fue tratado rápidamente y se recuperó por completo. Cuando le dieron el alta, Adut aprovechó el programa de agua, saneamiento e higiene de Acción contra el Hambre, y recibió un kit de higiene con artículos de primera necesidad.
Adut también pudo acceder a apoyo enfocado a la maternidad; mayor acceso a agua limpia y servicios de saneamiento y apoyo psicosocial a través de asesoramiento privado, asesoramiento en grupo y clases semanales.
El Centro de la Mujer
Susan, psicoterapeuta del equipo de emergencia de Acción contra el Hambre, creó el Centro de la Mujer, donde mujeres como Adut pueden asistir a clases para aprender nuevas técnicas y ahorrar dinero. Las clases incluyen bordado, costura a máquina, abalorios y trenzado de cabello. En el centro, a las mujeres les gusta reunirse para compartir historias, bailar y curarse juntas.
Adut asiste a sesiones privadas de asesoramiento dirigidas por Susan, la psicoterapeuta. Allí aprende a sobrellevar la vida sin su marido.
«He aprendido a ser paciente sin estrés», afirma. «Aunque mi marido no esté presente, puedo ser paciente, ganar dinero y alimentar a mis hijos hasta que él vuelva».
Incontables mujeres se benefician de la asistencia psicosocial proporcionada por Acción contra el Hambre. Foto: Acción contra el Hambre.
Superando obstáculos
A pesar de los retos de ser madre soltera, Adut ha aprendido a ser resistente. «Como mujer, puedo trabajar duro. Ahora mismo estoy trabajando mientras espero a mi marido. Cuando trabajas puedes ganar dinero para alimentar a tus hijos, cuidar de tu casa y aliviar tus traumas. Antes, hubiera llorado por mi marido, que no está aquí. Ahora, me han enseñado a concentrarme en las habilidades que he aprendido para ayudar a mi familia».
El equipo de emergencias de Acción contra el Hambre defiende que «más vale prevenir que curar», y Adut se ha comprometido a aprender nuevas formas de evitar la enfermedad y la desnutrición. Hoy, ella y sus hijos practican una buena higiene diaria y rara vez enferman o tienen diarrea.
«Mi vida antes del programa de Acción contra el Hambre comparada con la de ahora es muy diferente», dice. «Antes de inscribirme en el programa sufría. Mis hijos estaban enfermos. No había forma de conseguir medicamentos. Mi hijo estaba desnutrido y no había forma de conseguir tratamiento para la desnutrición. Cuando intervino el equipo de emergencia, mi vida cambió».
Acción contra el Hambre continúa volcada en asistir a aquellos mas afectados por el conflicto en Sudán. Foto: Acción contra el Hambre.
Ahora, si alguien de su familia enferma, Adut tiene acceso gratuito y adecuado a medicinas y atención sanitaria. Por primera vez en años, puede soñar con un futuro mejor.
Adut aspira a abrir un día una peluquería y seguir manteniendo a sus hijos con las técnicas que aprendió en las clases de trenzado. Su pasión recién descubierta la ha impulsado a dejar atrás su pasado.
«Estoy agradecida a Acción contra el Hambre por los servicios que presta, la vida de mi hijo ha mejorado», afirma Adut. «Además, pido a Acción contra el Hambre que continúe su labor para que los niños desplazados también puedan mejorar como lo ha hecho mi hijo».
Combatir el hambre y aumentar la resiliencia
Más de 6,3 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda en Sudán del Sur, y 2,1 millones de niños padecen desnutrición aguda grave, la forma más mortífera de hambre. La crisis no ha hecho más que agravarse en los últimos meses como consecuencia de las perturbaciones climáticas, las inundaciones mortales, el desastre económico y la afluencia de refugiados del conflicto en Sudán. Los programas de Acción contra el Hambre ayudan a los agricultores a cultivar arroz en aguas inundadas, a cultivar cebollas, a construir nuevas vías fluviales, a acceder a servicios de emergencia, a reconstruir sus medios de subsistencia y mucho más.
Acerca de Acción contra el Hambre en Sudán del Sur
Acción contra el Hambre trabaja para apoyar a personas desplazadas internas como Adut cuando llegan a los campos de desplazados internos. Además de pruebas de detección y tratamiento de la desnutrición, nuestros equipos ofrecen sesiones de asesoramiento psicosocial; y garantizan que familias como la de Adut tengan acceso a agua potable y servicios de saneamiento; distribuyen kits de higiene que incluyen jabón, cubos, láminas de plástico y pastillas potabilizadoras de agua; y suministran a las madres medicamentos y atención enfocada en la maternidad. Las comadronas atienden partos semanales in situ.
Acción contra el Hambre trabaja en Sudán del Sur desde 1985. El año pasado llegamos a más de 1,1 millones de personas. Nuestros programas de emergencia ayudan a las personas que huyen de la guerra en Sudán y de diversos conflictos intercomunales. Hemos proporcionado ayuda vital y urgente a cientos de familias desplazadas por el conflicto. En todo el país, también distribuimos dinero en efectivo y construimos letrinas.