

CRÓNICA — Emisión especial de Hora 25 de Cadena Ser desde nuestra sede
El hambre, a micrófono abierto: Hora 25 en directo desde la sede de Acción contra el Hambre
El hambre, a micrófono abierto. A las 21:30, el piloto rojo de ON AIR se encendió en el auditorio de Acción contra el Hambre y el murmullo se hizo silencio. Aimar Bretos abrió dos horas de directo en la víspera del Día Mundial de la Alimentación ante un auditorio lleno.
La primera franja (21:30–22:00) cruzó procesos de declaración de hambruna, desafíos de acceso en emergencias como la de Gaza y la eficacia de los tratamientos. Pablo Morán, jefe de Internacional de la Cadena SER, abrió el foco con la foto de entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza tras la firma del acuerdo de paz: “La ayuda entra, pero a la mitad de lo necesario. Rafah sigue cerrado y la ayuda se usa como palanca de presión.” Vincent Stehli, director de Operaciones de Acción contra el Hambre, recién llegado de la Franja, describió el mapa humano y nutricional a día de hoy: “Mucha destrucción y gente desesperada. La mayor desnutrición la vemos en el Norte.” Y subrayó el cuello de botella: “La Franja es pequeña: distribuir sería sencillo si hubiera acceso. No es un desastre natural; es un problema creado por seres humanos.” En los casos más graves de desnutrición infantil, añadió: “Tratamos con Plumpy’Nut®, una pasta de cacahuete enriquecida capaz de salvar la vida de los niños y niñas, pero a veces hemos tenido que interrumpir por falta de suministro en la Franja”.

Vincent Stehli, Hélène Pasquier y Amador Gómez en plena conversación con Aimar Bretos y Pablo Morán.
Hélène Pasquier, responsable de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida de Acción contra el Hambre, puso en palabras lo que la desnutrición hace en un cuerpo infantil: “El organismo entra en modo supervivencia: dejan de sonreír, de jugar; un niño o niña de dos años puede incluso dejar de caminar y el sistema inmune se debilita. En una semana puede estar en riesgo de muerte.” Recordó que una hambruna como la declarada en la Franja de Gaza el pasado mes de agosto no se declara a la ligera”— y advirtió de las secuelas de la desnutrición a medio y largo plazo: “los niños y niñas que han sufrido desnutrición infantil corren más riesgo de recaída, peor desarrollo cognitivo, retraso en el crecimiento y mayor probabilidad de enfermedades crónicas en la adultez, así como menos oportunidades de acceso a un trabajo digno, lo que perpetua un ciclo de falta de oportunidades a lo largo de toda su vida”.
El cierre de esta primera franja lo puso Amador Gómez, director de Investigación e Innovación de Acción contra el Hambre, con un relato que emocionó y que explicó por qué el apoyo psicosocial es tan decisivo como el tratamiento nutricional: “Un niño con desnutrición está en posición fetal, rechaza el contacto; cuando intentas tocarlo, gime, se desconecta del mundo. Muchas madres que viven esta situación ya han pasado por esto con otros de sus hijos o familiares cercanos, así que suelen permanecer a su lado, impotentes. Por lo tanto, tan importante como recuperar a ese niño o niña de la desnutrición, devolverle a la vida, es recuperar el vínculo madre–hijo a través del apoyo psicológico”.

Amador Gómez, Pablo Morán, Hélène Pasquier, Vincent Stehli y Aimar Bretos durante la emisión en directo de Hora 25.
Desde la innovación y la investigación, “conseguimos que los tratamientos cada vez sean más eficaces y rápidos, además de que puedan ser aplicables por personal comunitario; se pasó de las leches terapéuticas en la década de 1990 a la pasta de cacahuete en los 2000, lo cual fue una revolución porque permitió tratar en la misma comunidad, sin necesidad de hospitalizar”— explica Amador —“los tratamientos puerta a puerta nos permiten entrar dentro de las casas a través de nuestros agentes de salud comunitarios, y por tanto podemos ver si hay fuego encendido, si hay alimentos, agua, higiene o hacinamiento, y así asociamos otras intervenciones”. Amador remató con un dato: “El 95% de los niños y niñas que sufren desnutrición se recupera con tratamiento. Lo peor no es la desnutrición: es la indiferencia. Que no se hable de quienes pasan hambre.”
El hambre como amenaza para la paz y la respuesta humanitaria ante emergencias
La segunda franja (23:00–23:25) abrió con la pregunta directa de Aimar Bretos: “Quiero profundizar en algo que han vivido los palestinos en primera persona: el hambre con fines bélicos”. Rafael de Prado, director de Incidencia de Acción contra el Hambre, situó el debate en el marco del Derecho Internacional Humanitario: “El DIH protege a la población civil. El hambre indiscriminada no distingue a niños y niñas y no está permitida”. Recordó, además, la resolución 2417 del Consejo de Seguridad, “aprobada por unanimidad” y que reconoce el hambre como “amenaza para la paz y la seguridad”. Sobre el diagnóstico reciente de hambruna en la Franja de Gaza, subrayó: “La Fase 5 se declaró con datos de desnutrición aguda y consumo insuficiente de aporte calórico en un día de la población; la situación es insostenible. La intencionalidad la valorarán los tribunales, no nosotros”.
Del marco a la operativa, Noelia Monge, responsable del equipo de Emergencias de Acción contra el Hambre, explicó que “no hay una fórmula única de abordar una emergencia”: el acceso es determinante y todo depende de si existe comercio local y de la capacidad para desplegar stocks. “En Acción contra el Hambre contamos con un equipo multidisciplinar preparado para movilizarse en 48 horas. No hay margen para la improvisación”, detalló. La respuesta se apoya en análisis de mercado, análisis de la situación, acuerdos con actores locales y, cuando no hay oferta de suministros locales, importación desde otros puntos. “Nuestro objetivo es llegar a las zonas de difícil acceso, donde la vulnerabilidad es mayor. La coordinación en una situación de emergencia es fundamental”. Y matizó el foco mediático: “La mayoría de las emergencias que respondemos no son conflictos armados: son desastres naturales, pandemias o crisis súbitas que desplazan a la población”.

Noelia Monge y Rafael de Prado durante el programa en directo de Hora 25.
Monge también subrayó el cuidado psicosocial de los equipos: “Tras una emergencia, hay apoyo psicológico y estrategias de equipo: a partir de un mes sostenido de tensión empiezan los fallos en la toma de decisiones”. Es un trabajo, dijo, que “te acerca al dolor” y exige “tener un colchón emocional y saber parar: somos humanos”. Sobre la relación con las personas atendidas durante una emergencia, la definió como acompañamiento: “Identificamos la necesidad y la cubrimos. El agradecimiento se expresa de mil maneras; no es necesario escuchar un gracias, lo que te llevas es una sensación mucho más profunda”.
La emisión se cerró con un recordatorio práctico: ante una tragedia, la mejor manera de ayudar es hacerlo a través de una organización como Acción contra el Hambre con equipos profesionales y procedimientos preparados.
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