Conclusión de la Conferencia Mundial sobre el Clima COP28: No aborda la urgente transformación de los sistemas alimentarios mundiales
Tras arduas negociaciones, la 28ª Conferencia Mundial sobre el Clima celebrada en Dubai, la COP28, ha concluido con la adopción de una declaración final conjunta. A pesar de algunos avances -como el compromiso de abandonar los combustibles fósiles y la creación del Fondo para pérdidas y daños relacionados con el clima-, las resoluciones no bastan para combatir eficazmente el avance del cambio climático y, sobre todo, sus consecuencias para la seguridad alimentaria y por lo tanto sobre el hambre.
El cambio climático impacta directamente sobre los sistemas alimentarios: la producción de alimentos, pero también a la distribución y comercialización de la comida. Los sistemas alimentarios mundiales son actualmente responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto, buscar alternativas más sostenibles para ellos debe ser una prioridad.
Desde Acción contra el Hambre trabajamos en materia de seguridad alimentaria desde muchos enfoques, apoyando a agricultores y ganadores golpeados por fenómenos climáticos, ayudándoles a ser más resilientes, pero también dando respuesta de emergencia a las personas afectadas. La creación del Fondo para pérdidas y daños relacionados con el clima, una fuente esencial de financiación para apoyar a quienes ya se han visto afectados por los impactos climáticos, es un paso positivo para apoyar a los más vulnerables. Sin embargo, este fondo está infradotado y no cubrirá a todas las personas que se ven y van a ver golpeadas por la emergencia climática.
Además, la cumbre de Dubai ha perdido la oportunidad de impulsar de forma consecuente la transformación de nuestra agricultura mundial. Para alimentar a todos los habitantes del planeta a prueba de crisis, necesitamos sistemas alimentarios ecológicos, locales, diversos y respetuosos con el clima.