Tasa de mortalidad infantil: definición y cifras en España
La tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores de salud más importantes en el mundo, ya que brinda una visión de las condiciones socioeconómicas en las que viven no solo los niños menores de un año, sino también los adultos y la población en general. Sobre todo, refleja la situación de la atención perinatal, que presenta una gran diferencia entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
En este sentido, la tasa de mortalidad infantil refleja una dimensión mayor, y recoge datos de los problemas que causan la muerte de miles de niños (diarrea, malnutrición, infecciones respiratorias, entre otras enfermedades). Aunado a ello, se puede conocer el nivel de salud de las madres, las condiciones de sanidad e higiene, además de la política de planificación familiar que hay en la región.
Para hacernos una idea de la dimensión de este drama, y pese a que tenemos los recursos para, la forma de actuar y la capacidad técnica para acabar con ella, todavía mueren 8.500 niños al día en el mundo por culpa de la desnutrición. Somos la primera generación que puede acabar con el hambre. Debemos parar esta situación y juntos podemos hacerlo.
A continuación, conocerás la definición de mortalidad infantil, los países con más números de fallecidos y las características de este problema en España.
Mortalidad infantil: definición
La mortalidad infantil mide las probabilidades de un recién nacido de morir antes de cumplir su primer año de vida, es el porcentaje de muertes por cada 1.000 nacimientos vivos. En el caso de que el bebé muera antes de cumplir 28 días, se clasifica también como mortalidad neonatal. Por otro lado, no se incluyen las pérdidas durante el embarazo o si un bebé nace muerto.
Las muertes en menores de un año pueden prevenirse, ya que la tasa de mortalidad infantil es un importante indicador del bienestar y la calidad de vida de una población. Es un elemento esencial para supervisar que se esté respetando el derecho a la salud en algunos países del mundo.
Para combatir y bajar las tasas de mortalidad infantil en el mundo, es necesario que el sistema sanitario de cada nación garantice el acceso a una salud biomédica, que sea oportuna, eficiente y asequible para las personas de bajos recursos.
Tasa de mortalidad infantil: fórmula para calcularla
La mortalidad infantil, como hemos mencionado anteriormente, refleja las condiciones sociales, económicas y ambientales en la salud de los bebés y sus madres. Pero, además brinda información sobre la calidad de los sistemas de salud, el nivel educacional de la madre, el cuidado prenatal, las condiciones durante el parto, el nacimiento prematuro y la alimentación tanto del infante como de la madre.
La tasa de mortalidad infantil se mide de la siguiente forma: el número de muertes de menores de un año durante un periodo de tiempo, entre el número de nacidos vivos durante el mismo periodo, y el resultado se multiplica por 100.
Datos de la tasa de mortalidad infantil según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el año 2019 murieron más de cinco millones de niños menores de cinco años, una cifra alarmante, y aún más grave cuando las causas fueron tratables y evitables. En cuanto a menores de 11 meses de edad, fueron más de un millón y medio. Y con menos de 28 días de nacidos, murieron más de 2,4 millones de niños.
Al año mueren más de 2,4 millones de niños con menos de 28 días de nacidos.
La tasa de mortalidad infantil en países en vías de desarrollo es más alta y las zonas del Sud de África y Asia meridional son las más afectadas, en los primeros lugares están Afganistán, Somalia, Sierra Leona, Nigeria, entre otros países. Mientras que la mortalidad infantil en países desarrollados va en descenso. No obstante, los avances se pueden ver amenazados por el impacto de la pandemia por el COVID-19.
Causas de la mortalidad infantil en el mundo
Las causas de la mortalidad infantil en el mundo pueden ser tratables y prevenibles, si se toman acciones sencillas como el acceso de agua potable a zonas vulnerables. La OMS señala como las causas de la defunción en niños las siguientes:
- Complicaciones del parto prematuro.
- Durante el parto pueden ocurrir asfixias o traumatismos.
- Anomalías congénitas.
- Neumonía.
- Diarrea.
- Paludismo.
- Desnutrición.
- Falta de acceso a agua potable y atención médica de calidad.
Tasa de mortalidad infantil en España
Según las cifras actuales del Instituto Nacional de Estadística, hubo 2,66 menores de 1 año fallecidos por cada 1.000 nacidos en el año 2020, representando una de las tasas más bajas del mundo. Estos porcentajes significan que España ha disminuido en más del 40% la tasa de mortalidad infantil en los últimos 20 años.
Sin embargo, la crisis del coronavirus también se sintió entre los más pequeños. Tanto fue así que la tasa de mortalidad infantil aumentó una centésima en el año 2020 frente al año anterior.
Aun así, los niveles de mortalidad infantil de España se encuentran ligeramente por debajo de la media de la Unión Europea. Según los datos de Eurostat la tasa española es se queda bastante lejos del conjunto de los Estados miembros, que en el último año auditado fue de 3,4 niños fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos.
El caso de Dabo, una niña de diez meses que no entró en la estadística de la mortalidad infantil
Sin embargo, la mortalidad infantil es mucho más que una estadística. Son 50 millones de dramas al año en todo el mundo. Aun así, somos la primera generación de la historia que puede acabar con el hambre, que es uno de los principales culpables de las muertes tempranas. Por ello, debemos fijarnos en casos como el de Dabo, una niña de diez meses que superó una crisis de desnutrición grave, gracias a la atención en el Centro de Estabilización del Hospital General de Yabelo en Etiopía.
Cuando Kebele, la madre de la niña, vio que su hija dejó de comer y comenzó a vomitar se asustó. "Fui a muchos lugares, pero solo me dijeron que Dabo tenía un problema de estómago”, relata la madre de Dabo. Por esta razón, y pese a que vivía muy lejos de un hospital, caminó hasta él pese a que “no teníamos nada para cubrirnos del sol mientras caminábamos por la carretera”.
Al llegar al Centro de Estabilización, un equipo de médicos y enfermeros analizó la sangre de su bebé y evaluó su cuerpo, descubriendo evidencia de desnutrición severa y una erupción cutánea no identificada.
Poco a poco, la niña comenzó a recuperarse. La erupción cutánea de Dabo comenzó a desaparecer y la niña aumentó un poco de peso.
¡Juntos podemos disminuir la tasa de mortalidad infantil en el mundo!
En Acción Contra el Hambre queremos que los niños del mundo crezcan sanos y fuertes, que tengan una vida con todos lo necesario para vivir bien, sin carencias y felices.
De hecho, uno de nuestros principales objetivos es realizar cambios duraderos en las políticas, en las prácticas y en las capacidades de intervención de los países menos favorecidos con el fin de poner fin al hambre y la desnutrición. Especialmente nos preocupa la desnutrición aguda en niños menores de cinco años. Por eso, buscamos influir en los responsables de la toma de decisiones políticas y económicas y movilizando el apoyo público.
Gracias a nuestras acciones por todo el mundo, estamos aportando nuestro granito de arena para, entre otras cosas, disminuir la tasa de mortalidad infantil en el planeta.
