Somalia: "sin agua y sin cosechas"
En Somalia, afectada por la sequía, desde Acción contra el Hambre estamos llevando agua hasta las comunidades, tratando a los niños desnutridos y trabajando con las familias para prevenir el hambre.
“No hay agua ni cosechas”. Amina Mukhtar carga agua en su carro tirado por un burro con la ayuda de su hijo. Esta misma historia se escucha en boca de casi todos los aldeanos en Hudur, Somalia, y las comunidades de alrededor. Según los últimos datos, los efectos de la sequía son cada vez más letales: en Somalia es probable que más de un millón de niños se enfrente a la desnutrición aguda en el próximo año.
En Somalia, hay dos estaciones lluviosas: lluvias largas y monzónicas de abril a junio, llamadas Gu, y lluvias cortas de octubre a diciembre, conocidas como la temporada de Deyr. En muchas comunidades, la lluvia durante el Gu y el Deyr se recolecta y almacena en estructuras conocidas como berkads, lo que permite a las familias ahorrar agua para usar durante las estaciones secas.
Las lluvias nutren los cultivos y enriquecen las cosechas, dando a agricultores, pastores y otras familias somalíes lo suficiente para comer. Cuando las lluvias fallan, las familias pasan por enormes dificultades. Esta es la situación en este momento: las dos últimas temporadas de lluvias han dejado menos agua de la esperada, provocando sequías y cosechas fallidas.
En Hudur, el punto de agua natural, conocido como un earthpan, es actualmente la única fuente de agua para las 18 aldeas circundantes (Foto: Fardosa Hussein para Acción contra el Hambre, Somalia)
“Esperábamos que las lluvias de Gu compensaran las bajas precipitaciones de la temporada de Deyr del año pasado. Pero este año la situación ha sido la misma: apenas ha llovido en Hudur y las aldeas circundantes. La única fuente de agua en mi pueblo está seca, así que tenemos que viajar a Hudur, a casi 18 kilómetros de distancia”.
Cuando Amina y otras mujeres recorren largas distancias para llegar a este punto de agua, una de sus principales preocupaciones es la seguridad. Viven cerca de áreas controladas por grupos armados y cada vez que esos grupos amenazan con acercarse, las mujeres migran para mantener a sus familias seguras.
“Se espera que la situación empeore durante los próximos dos meses y las familias en las áreas rurales migrarán a las áreas urbanas en busca de alimentos, agua y otras necesidades", señala Abdullahi Gedi, coordinador de agua, saneamiento e higiene de Acción contra el hambre en Hudur. Con el apoyo del gobierno canadiense, nuestros equipos están llevando agua a seis asentamientos de familias desplazadas. Estas distribuciones de agua mediante camiones cisterna aliviarán a 800 familias afectadas por la sequía y los conflictos, que necesitan desesperadamente agua potable.
Uno de los seis camiones cisterna que distribuyen agua en el campamento de desplazados de Dhonfeylahow en Hudur hasta donde Acción contra el Hambre está transportando agua a los asentamientos donde las familias desplazadas por la sequía y el conflicto han encontrado refugio (Foto: Fardosa Hussein para Acción contra el Hambre, Somalia)
“Las comunidades que viven en áreas rurales están migrando debido a la escasez de agua y las escasas cosechas. No ha habido suficiente lluvia para plantar nuevos cultivos y los agricultores no tienen más opción que trasladarse a las zonas urbanas”, apunta Hassan Mohamed, que trata a los niños con desnutrición.
Los niños con desnutrición aguda son tratados en programas ambulatorios en centros de salud. Para tratar la desnutrición aguda severa más complicada, los niños enfermos son remitidos al centro de estabilización de Acción contra el Hambre en Hudur.
En promedio, este centro admite alrededor de 65 niños para recibir tratamiento cada mes. Pero en los últimos meses, nuestros equipos han informado de un aumento en pacientes con desnutrición aguda severa, en gran parte debido al desplazamiento y la sequía. La mayoría de los niños admitidos provienen de familias desplazadas, que han emigrado desde las zonas rurales debido a la escasez de alimentos.
Un trabajador de salud dirige una sesión sobre buenas prácticas de higiene para madres y niños en el centro de salud materno-infantil de Acción contra el Hambre en Somalia (Foto: Fardosa Hussein para Acción contra el Hambre, Somalia)
“Hemos puesto en marcha medidas para garantizar que controlamos la situación”, afirma Hassan, quien recuerda vívidamente la última sequía severa de Somalia en 2017, que dejó a millones de familias a un paso de la hambruna.
Desde Acción contra el Hambre estamos trabajando para garantizar que las familias tengan acceso a agua limpia mediante el tratamiento de los puntos de agua en las comunidades y en los hogares, para reducir los brotes de enfermedades. El agua y el saneamiento inadecuados están profundamente vinculados con la desnutrición: a nivel mundial, el 50 por ciento de la desnutrición infantil está relacionada con agua, saneamiento e higiene inadecuados e inseguros.
Nuestros trabajadores de salud también enseñan a las familias sobre buenas prácticas de nutrición e higiene. En los centros de salud brindamos educación sobre salud a los padres para frenar la desnutrición. Las madres aprenden sobre la importancia de la lactancia materna para mejorar las posibilidades de sus hijos no solo de sobrevivir sino de desarrollarse y crecer.