Shetara, Bangladesh: "Pude volver a dar el pecho, 7 años después de mi último parto"
Shetara ha podido amamantar a un bebé que ha adoptado 7 años después de su último embarazo. Nuestro programa de recuperación de la lactancia permite a las mujeres amamantar, aunque no estén embarazadas o lleven años sin estarlo.
Para luchar contra la desnutrición infantil, recomendamos una lactancia materna exclusiva de 0 a 6 meses. Pero en áreas remotas, propensas a conflictos o desastres climáticos, la lactancia materna adquiere un significado completamente nuevo y se vuelve vital para los niños.
LA IMPORTANCIA DE LA LACTANCIA
La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el desarrollo del niño: está esterilizada, siempre a una buena temperatura y evoluciona a medida que cambian las necesidades del niño. La práctica de la lactancia materna es la más segura para la salud de los bebés, a diferencia de las leches infantiles, ya que su uso es más complicado y puede volverse peligroso si no se realiza en las mejores condiciones. Estos productos para bebés requieren acceso al agua potable, lo que significa poder preparar la leche respetando las medidas de higiene y mantenerla fresca. Estas condiciones a menudo son difíciles de cumplir en áreas de conflicto, subdesarrolladas o después de desastres naturales.
El año pasado, con motivo de la Semana de Lactancia Materna, que tiene lugar todos los años del 1 al 7 de agosto, lanzamos una petición bajo el nombre de "Let Them Choose". El propósito de esta petición era advertir sobre prácticas de marketing abusivas destinadas a que los padres, a menudo mal informados, utilicen leches infantiles. En algunos países esta comercialización tiene consecuencias directas en la salud de los bebés y puede ponerlos en peligro.
Después de haber conseguido 72 696 firmas a nivel europeo, continuamos nuestra lucha contra las marcas que no respeten el código de comercialización de la OMS de las leches infantiles.
Sensibilizamos a los padres sobre la importancia de la lactancia y sobre buenas prácticas para prevenir riesgos para la salud de los niños asociados a una mala utilización o administración de las leches infantiles.
EL INICIO DE LA RECUPERACIÓN DE LA LACTANCIA
Una práctica óptima de la recuperación de la lactancia podría salvar la vida de más de 800 000 niños menores de cinco años al año en todo el mundo. Debido a los conflictos y a las obligadas migraciones, muchos niños se quedan huérfanos y no tienen acceso a la lactancia.
La recuperación de la lactación es la acción de reiniciar la lactancia sin haber estado embarazada o incluso años después del embarazo. Las mujeres que han dejado de amamantar recientemente o en el pasado pueden volver a producir leche para uno de sus hijos, incluso si son adoptadas. Este es el caso de Shetara, una madre rohingya en Bangladesh que adoptó un bebé. "Mi madre encontró al bebé en el bosque cercano. Ella tomó al bebé y lo acogió en nuestra familia. Al día siguiente, lo llevé al hospital Acción contra el Hambre más cercano".
Nuestro programa de recuperación de la lactancia brinda a las madres un tratamiento hormonal ligero. Luego, nos aseguramos de que el niño tenga el impulso de succionar y de que la madre produzca leche.
"No creía que siete años después de mi embarazo, pudiera amamantar al bebé sin quedar embarazada. Cuatro días después de mi ingreso en el centro de salud, comencé a producir leche”. Administramos la leche materna a través de un tubo colocado al lado del pezón de la madre. El niño succiona instintivamente el pezón y recibe la leche. Esta acción estimula el sistema nervioso de la madre y entrena al cerebro en la producción de hormonas (prolactina y oxitocina) que contribuyen al proceso de lactancia y desencadenan el aumento des flujo de leche.
"Me llevó cuatro días producir las primeras gotas de leche y después de 22 días pude amamantar al bebé por completo. Estaba feliz de poder amamantar nuevamente. Le di de comer al bebé de esa manera, no podía darle solo comida, la lactancia le permitió aumentar de peso”.
Este programa ha sido un éxito en Bangladesh, donde se lanzó en 2017. En nuestros centros de salud, 132 madres adoptivas y biológicas pudieron amamantar nuevamente entre 2018 y junio de 2019.
