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India

Contexto humanitario

Gracias a tener la economía de crecimiento más acelerada del mundo, India ha ascendido al sexto lugar en la clasificación de las economías mundiales. Los avances humanitarios persistentes se reflejan en la notable tasa de alfabetización y en la creciente mejora del bienestar de la población en términos de salud. No obstante, se observan notables desigualdades en la sociedad, ya que hasta el momento solo un reducido segmento de la población ha experimentado los beneficios del auge económico.

Aunque según la Constitución india de 1950 nadie puede ser discriminado por su casta, la realidad es otra. Unos 800 millones de personas en India siguen viviendo en la pobreza. Especialmente en las regiones más rurales o en los barrios marginales, las condiciones de vida son comparables a las de los países más pobres del mundo. Se coloca en el puesto 107 de 121 países en el Índice Global del Hambre de 2022, con una puntuación de 29,1 (nivel grave).

El país registra una de las tasas de desnutrición infantil más elevadas del mundo y, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), India concentra cerca del 24% de la población mundial que padece hambre. 

India es también la nación con mayor emaciación infantil: alrededor del 34,7% de los niños menores de cinco años sufre retraso del crecimiento y el 17,3%, emaciación. Existen varios factores que contribuyen a generar esta situación, como la pobreza, el escaso acceso a atención sanitaria, las deficientes prácticas de saneamiento e higiene, la falta de educación y el acceso limitado al agua potable.

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Nuestra actividad

Acción contra el Hambre intensifica sus esfuerzos para contrarrestar la desnutrición de niños y madres y en 2022 comenzó a trabajar en el estado de Guyarat con un proyecto diseñado para mejorar la nutrición y el estado de salud de niños menores de cinco años. Para conseguirlo, apuesta por difundir prácticas de alimentación para lactantes y niños pequeños, diagnósticos, traslados y tratamientos para niños con desnutrición aguda grave, así como por dar atención domiciliaria a niños con desnutrición aguda moderada. También pretende desarrollar prácticas y conocimientos en torno al agua, el saneamiento y la higiene con el fin de mejorar el estado nutricional y de salud de madres embarazadas y recién nacidos. 

En conjunto, el trabajo de Acción contra el Hambre en la India permite detectar signos de desnutrición aguda grave y moderada en niños menores de cinco años. 

Además, proporcionamos a las comunidades un medio de vida y una mejor nutrición. Para ello, les ayudamos a crear, cultivar y mantener sus propios huertos nutritivos, criar pollos para el consumo y la venta de huevos y aves de corral, practicar la agricultura ecológica y sostenible, la piscicultura y mucho más.

DÓNDE
AYUDAMOS

Ayudamos a 24,5 millones de personas anualmente. Trabajamos en 55 países de África, Asia, América Latina y Europa, los más amenazados por el hambre.

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CUANDO LOS COORDINADORES DE UN PROYECTO DE ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE EN GUYARA, EN EL OESTE DE LA INDIA, HABLARON CON SHILPA Y SU FAMILIA

 quienes se dedican a la agricultura, asesorándoles sobre prácticas de Lactancia Materna Exclusiva (LME) y explicándoles la importancia del seguimiento del crecimiento del niño, sumado a una dieta nutritiva para la joven madre; descubrieron que la salud de Shilpa estaba comprometida debido a un mito sociocultural que le habían impuesto.

Cuando el equipo la visitó, estaba baja de energía y enferma. Era la segunda vez que enfermaba después de dar a luz. Su estado era muy preocupante pues podía llevarla a ser una madre desnutrida en una fase de su vida en la que sus necesidades nutricionales son elevadas y esenciales.

La razón de su mal estado nutricional era que su madre le había recomendado que solo comiera sémola, que favorece la digestión y el movimiento intestinal regular. Durante los primeros tres meses tras el parto, Shilpa sólo tomó sémola, nada más. Aunque la sémola es buena para la madre, la exclusión de otros nutrientes clave había creado un vacío nutricional, por lo que se nuestros equipos le aconsejaron que incluyera verduras de hoja verde, frutas, lentejas, pan de mijo o trigo, arroz, y otros alimentos en su dieta habitual. Gracias a estos cambios y el asesoramiento regular recibido, su dieta ha mejorado, lo que ha repercutido positivamente en su salud y el crecimiento y desarrollo de su bebé.

La ingesta inadecuada de nutrientes como calcio, folato, hierro, zinc y yodo puede provocar anemia, hemorragias e incluso la muerte de la madre. Si la madre no recibe una nutrición óptima durante la lactancia, su salud y el crecimiento y desarrollo de su hijo se verán afectados negativamente. En todo el mundo, la dieta de las mujeres se ve afectada por muchos factores: accesibilidad, asequibilidad, desigualdad de género, prácticas socioculturales... todo ello afecta a la dieta y las necesidades nutricionales de la mujer. Esta carencia nutricional, los suplementos de micronutrientes, el descanso, la atención y el apoyo psicológico son fundamentales para prevenir la malnutrición de las madres adolescentes y sus hijos, y por eso los coordinadores de Acción contra el Hambre realizan visitas domiciliarias a madres embarazadas y lactantes, y a los niños y niñas de hasta 2 años, para garantizar unos cimientos más sanos para su vida.