¿Qué valor añadido aportan las mujeres a las empresas?
La proporción de mujeres en cargos directivos está creciendo considerablemente en el mundo, según datos de la Organización Internacional de Trabajadores (OIT). Desde el 2002, esta tendencia es cada vez mayor. Y, además, cada vez son más las mujeres que deciden emprender su propio negocio. Por ejemplo, en España, un 45% de la población emprendedora es mujer.
Aunque los datos nos reflejan una tendencia muy favorable, todavía hay mucho por hacer. De acuerdo al último informe publicado en 2019 por la OIT: “Las mujeres en la gestión empresarial: argumentos para un cambio” existe un 30% menos de participación femenina en los niveles directivos dentro de las empresas. Este techo de cristal que impide a las mujeres acceder a puestos de responsabilidad, se ve acrecentado por una pared de cristal donde las mujeres suelen ocupar funciones de apoyo frente a áreas estratégicas tradicionalmente ocupadas por hombres.
En el estudio realizado por la OIT conjuntamente con organizaciones empresariales y trabajadores en casi 13.000 empresas de varias regiones del mundo estima que, al menos, un 30% de las mujeres que ocupan puestos directivos en la empresa mejoran el rendimiento comercial en un 9%. El estudio demuestra que las empresas no solo saldrán beneficiadas en un incremento de su rentabilidad y productividad, sino también de la potenciación de su capacidad para atraer y retener el talento; de una mayor creatividad, innovación y apertura; de la mejora de su reputación y de la capacidad para evaluar mejor el interés y la demanda del consumidor. Además, el liderazgo femenino es inclusivo: más mujeres accederán más fácilmente a otros puestos directivos, generando más diversidad de género, alentando la participación y propiciando más medidas de flexibilidad en el entorno empresarial.
El valor añadido que aportan las mujeres en las empresas
Liderar en femenino, según demuestran varios informes, trae consigo determinadas características que son predominantes entre las mujeres líderes, como la habilidad para escuchar, el deseo a formar consenso, la orientación a las personas, la tendencia a la cooperación y la atención al riesgo. En palabras de Betina Rama, consultora especializada y autora del libro Liderazgo Femenino: “las mujeres son expertas en manejo de crisis y en adaptarse a los cambios. Esta habilidad para manejar procesos de cambio y tolerar incertidumbres y ambigüedades es fundamental para el éxito de cualquier empresa”.
En general, las mujeres tienen en cuenta el lado humano de las personas y son capaces de generar altos niveles de empatía. Esto puede explicar por qué, según el último informe GEM sobre emprendimiento social, de los emprendedores sociales de todo el mundo solo el 55% son hombres y 45% mujeres, lo que implica una brecha de género menor que en el emprendimiento “convencional”. ¿Por qué las mujeres se inclinan más a emprender en lo social? Estas características del liderazgo femenino, como la mayor tendencia al cuidado, la escucha y la cooperación forman parte de la respuesta.
Apostar por el liderazgo femenino no es solo aceptar que las mujeres estamos preparadas para asumir posiciones de poder, también es una oportunidad para apostar por una nueva cultura y estilo empresarial.
*Artículo escrito por Cristina Navarrete, técnica de emprendimiento en Madrid.