En Malí, las mujeres agricultoras cogen las riendas de las tierras
La capacitación de las mujeres está reconocida como un factor clave para la reducción de la pobreza y el crecimiento económico. Invertir tiempo y recursos en las mujeres es el camino más seguro hacia la igualdad de género, la libertad económica de las mujeres y las niñas a través de la equidad, la paridad y los derechos de la mujer. Las mujeres contribuyen enormemente a la economía y a las sociedades, ya sea en los negocios, en las explotaciones agrícolas, como empresarias o empleadas, o a través de su trabajo no remunerado en casa cuidando de sus hogares.
Según el informe sobre la estrategia de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-Malí) para 2018-2020, las mujeres representan el 52% de la población rural de Malí, el 64,2% del cual vive por debajo del umbral de la pobreza, y solo el 5% es propietaria de tierras. En algunas zonas rurales, sus pesadas cargas de trabajo, como la recogida de leña y agua, les impiden ser autosuficientes. Las limitaciones socioculturales obstaculizan el empoderamiento económico de las mujeres. Ya sea como asalariadas o con trabajos en el sector informal, muchas mujeres tienen dificultades para desarrollarse económicamente.
En el marco del proyecto de lucha integrada contra la desnutrición crónica en Malí, financiado por World Affairs Canada, Acción contra el Hambre y sus socios ejecutores AMADECOM y COFERSA están ayudando a empoderar a las mujeres de los distritos sanitarios de Kayes, Kita, Bafoulabé y Sikasso, Bafoulabé y Sikasso mediante la promoción del acceso a tierras de cultivo seguras, la formación en técnicas agrícolas respetuosas con el medio ambiente con la producción/uso de biofertilizantes y biopesticidas, y técnicas de cría de pequeños rumiantes/aves de corral. Al final de estas actividades, las mujeres reciben insumos agrícolas y ganaderos, incluidas semillas de secano y de huerta, herramientas hortícolas, cabras/aves de corral y kits de alimentación para ganado/aves de corral.
Con una visión más amplia y con el objetivo de empoderar a las mujeres, el proyecto también está creando Asociaciones de Ahorro y Crédito de Aldeas (AVEC). El modelo AVEC es un sistema de microfinanciación basado en el ahorro que ofrece servicios financieros básicos a las poblaciones de las aldeas que no tienen acceso a las instituciones financieras formales. Gracias a este modelo, las mujeres podrán ahorrar y pedir dinero prestado con total seguridad. Las AVEC son también un lugar de intercambio, puesta en común y cohesión, que permite a las mujeres abordar y resolver importantes cuestiones sociales.
Como dice el refrán, si ganan las mujeres, se beneficia toda la comunidad. Este empoderamiento libera a las mujeres de las cadenas de estereotipos y prejuicios que obstaculizan su desarrollo y ayuda a superar barreras.