Madagascar: respondemos a las necesidades de la población afectada por el ciclón Batsirai
Este fenómeno climático aumenta las necesidades humanitarias en el país, que apenas se ha recuperado del paso de la tormenta Ana el pasado mes de enero y sigue afectado por la sequía que azota el sur de la isla.
El ciclón Batsirai golpeó duramente la costa este de Madagascar con fuertes lluvias y fuertes vientos que alcanzaron los 165 km/h y rachas de 235 km/h, causando importantes daños materiales y humanos. El balance es desastroso: más de 200 escuelas afectadas, 17 caminos y puentes cortados, casas destruidas y muchas comunidades sin electricidad. Casi 70.000 personas se han visto obligadas a buscar refugio en los 154 centros de alojamiento previstos en caso de inundación.
“Las consecuencias del paso del ciclón son importantes y las necesidades son reales. Estamos haciendo todo lo posible para responder a la emergencia, en colaboración con nuestros socios locales. Nuestros equipos, en conexión con la asociación malgache ASOS, en colaboración con Aquassistance y apoyados por ECHO, están evaluando las necesidades en la región de Vatovavy, que es la más afectada”. Olivier Le Guillou, Director de Acción contra el Hambre en Madagascar.
La capital, Antananarivo, se ha salvado, pero seguimos trabajando para ayudar a la gente a limpiar las calles y los barrios afectados por las inundaciones. En particular, estamos poniendo más esfuerzo en el suministro de agua potable, kits de higiene y la rehabilitación del saneamiento, y en actividades de dinero por trabajo para las personas más afectadas por el ciclón.
MADAGASCAR EPICENTRO DE LA CRISIS CLIMÁTICA
Este ciclón se superpone a otros eventos climáticos recientes que han marcado al país, provocando una crisis alimentaria y nutricional de gran magnitud, particularmente en la región sur, con más de 1,6 millones de personas que no acceden a alimentos, es decir, el 37% de la población.
