El monstruo invisible de los Fesser y Acción contra el Hambre, camino a los Oscar
“El Monstruo Invisible es el retrato de la vida de una comunidad de seres humanos que están injustamente excluidos de la sociedad. Personas que no gozan de las oportunidades mínimas para participar en un mundo que es de todos y todas y que les pertenece tanto como a cualquiera de nosotros y nosotras. Un mundo que necesita urgentemente de su ejemplo de dignidad, solidaridad y amor por la vida. Llegar hasta la alfombra roja no hubiera sido posible sin el regalo que nos hicieron, compartiendo su más íntima realidad”. Así explica Javier Fesser lo que significa la candidatura de la película a los Oscars, un reconocimiento a la lucha diaria de miles de personas que se enfrentan al hambre.
La obra, una historia de ficción inspirada en la realidad, nació como herramienta de sensibilización para profundizar en el conocimiento que la sociedad tiene sobre el hambre, así como sus implicaciones para el progreso social, presentando la desnutrición crónica con la fuerza del lenguaje audiovisual y la particular mirada de los hermanos Fesser.
Desnutrición crónica, una amenaza para miles de niños y niñas en Filipinas
La película, rodada en la isla de Mindanao (Filipinas), una de las zonas del mundo más golpeada por la crisis climática y más de cinco décadas de conflicto, habla de la desnutrición crónica, que afecta a casi el 30% de las y los menores de cinco años. Fue grabada durante tres semanas entre un vertedero, un campo de desplazados y una ciudad destrozada por el asedio de Marawi; y es interpretada por niñas, niños y personas adultas de la propia comunidad.
Así, El Monstruo Invisible muestra la realidad de miles de niños y niñas en Filipinas y quiere contribuir a mover el enfoque del problema del hambre. Como explica Guillermo Fesser: “el hambre es mucho más que un problema de alimentación y El Monstruo Invisible quiere contribuir a mover el enfoque del problema del hambre desde el entorno de la caridad, al plano de la justicia social. A ello contribuyen poderosamente las contagiosas sonrisas de sus dos niños protagonistas, que nos recuerdan que un plato de comida es sinónimo de la dignidad necesaria para salir del círculo de la pobreza”.
Según la última encuesta de la Institución de Investigación sobre Alimentación y Nutrición de Filipinas, el 28,8% de las y los niños menores de cinco años sufren retraso en el crecimiento. Esto significa que 1 de cada 3 menores en Filipinas nunca alcanzará su máxima estatura posible, tendrá un sistema inmunitario más débil y su cerebro no llegará a desarrollar todo su potencial cognitivo.
“Con nuestro trabajo sobre el terreno, vemos con nuestros propios ojos el "hambre invisible" que asola el futuro de nuestro país. La noticia de que "El Monstruo Invisible" puede ser nominada al Oscar significa mucho para nosotros porque la gente está aprendiendo que resolver el hambre no es sólo proporcionar alimentos. También significa proporcionar medios de vida, agua potable, educación y respuesta de emergencia”, declara el equipo de Acción contra el Hambre en Filipinas. “Ahora que cada vez más personas ven la realidad invisible de miles de niñas y niños filipinos, esperamos que pasen a la acción y apoyen el trabajo que hacemos para salvar vidas y dar esperanza”.
El monstruo invisible: de las aulas a la alfombra roja
Después de proyectarse en exclusiva a los 364 mecenas que la hicieron posible, de su recorrido por centros culturales, de su distribución en colegios a través del proyecto La Carrera contra el Hambre y de su exhibición en Movistar+ durante seis meses, El Monstruo Invisible ha dejado una estela de proyecciones, reconocimientos y premios que la han situado como un referente audiovisual en materia de cine social.
Desde su estreno en noviembre de 2019 hasta la fecha, la obra de Javier y Guillermo Fesser ha recibido 39 premios y reconocimientos, como el Grand Prize for Best Short Documentary en el Festival Rhode Island de Flickers, el Sammy and Jules Award for the Short with the Biggest Heart en el Cleveland Film Festival, la Mención del Jurado y Premio de la Juventud en la Semana de Cine de Medina del Campo, el Premio del Público y Mejor Fotografía en Festival de Cine de Comedia Tarazona y Moncayo o la Mejor Dirección de Producción para Luis Manso en los Premios Fugaz – CortoEspaña, entre muchos otros.
El monstruo invisible: sinopsis
El padre de Aminodin siempre sonríe porque dice que “las personas alegres viven más”. Por eso, a sus ocho años, Aminodin pone su mejor sonrisa mientras trabaja en el vertedero de Papandayan, donde vive con su familia.
Su primo Aliman, en cambio, perdió la suya cuando en la ciudad de Marawi empezaron a caer bombas del cielo. Ahora, mientras Aliman pasa los días triste y cabizbajo en un campo de refugiados, Aminodin idea un plan para que vuelva a sonreír.