El factor de los conflictos en la crisis global alimentaria
El pasado 6 de junio, Acción contra el Hambre organizó la sesión “El factor de los conflictos en la crisis global alimentaria” en la Casa Árabe de Madrid, donde se presentaron las conclusiones del informe “No importa quiénes sean las partes en conflicto. El hambre siempre gana”, elaborado y difundido recientemente por la organización con motivo del quinto aniversario de la Resolución 2417, que declara que utilizar la inanición como arma puede constituir un crimen de guerra. A pesar de este hito, no ha habido enjuiciamientos por crímenes de hambre y el hambre provocada por los conflictos ha ido en aumento. En el encuentro se analizó de forma pormenorizada uno de los factores determinantes de la crisis alimentaria global: la violencia.
Con el respaldo de dicho informe, fruto del proyecto “Hambre y Conflicto” que Acción contra el Hambre está llevando a cabo en estrecha colaboración con la Comisión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, diversos actores clave de la Administración General del Estado, del Parlamento y diferentes grupos políticos, de centros de investigación y pensamiento y de diversas organizaciones examinaron en el acto las tendencias y causas de la inseguridad alimentaria en contextos violentos, debatiendo sobre las medidas con las que un país como España puede contribuir a mitigar y prevenir el impacto de los conflictos en la seguridad alimentaria global y en contextos específicos.
En concreto, en la mesa redonda participaron el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Antón Leis, el director de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, Paul Ortega, el representante de España ante la FAO, Gonzalo Eiriz, la directora general de Naciones Unidas y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Cecilia Robles. El acto estuvo moderado por el director de incidencia y relaciones institucionales de Acción contra el Hambre, Manuel Sánchez-Montero, quien recalcó que el uso del hambre como arma de guerra es “un problema que sobrepasa el ámbito humanitario, es un problema humano, pero no constituye un fenómeno que se esté mitigando, sino al contrario. Es un arma muy barata y silenciosa”. Según sus palabras, “el nexo entre conflicto e inseguridad alimentaria no está suficientemente evidenciado, pero no documentado”.
Mesa redonda en la que se trató la relación entre el hambre y los conflictos en la Casa Árabe de Madrid © Alex Lomart para Acción contra el Hambre
Por ello, durante el encuentro se hizo hincapié en la estrecha relación entre el hambre y los conflictos, que se manifiesta como un círculo vicioso -más del 85% de los 258 millones de personas en el mundo que sufren hambre en su fase más severa viven en países afectados por conflictos e inseguridad-, al mismo tiempo que se recordó que el número de personas en situación de inseguridad alimentaria se encuentra en aumento.
En la sesión se compartieron reflexiones sobre la actual crisis global alimentaria y sus diferentes factores y causas -una de ellas son los conflictos-, los retos a los que nos enfrentamos al respecto, y se profundizó en lo que suponen iniciativas como la Resolución 2286, enfocada en la protección de la acción médica humanitaria y la labor médica en conflictos.
Otra de las cuestiones que se trataron es lo que respecta a la protección de civiles en contextos de violencia, una cuestión que “está muy presente y que es clave para conseguir la paz y la estabilidad”, tal y como subrayó Manuel Sánchez-Montero. “Sin su protección no se pueden poner los cimientos para la gobernanza ni, por supuesto, promover medidas para la paz. En este contexto, la acción humanitaria es un elemento determinante que contribuye a otras medidas”, recalcó.
