Cuidar la salud y la alimentación, factores decisivos a la hora de encontrar trabajo
- El informe Innovación social en la inserción laboral: promoción de hábitos de vida saludable y su impacto en el empleo desvela los beneficios de la educación en salud para las personas en situación de vulnerabilidad sociolaboral.
- Aprender a elegir alimentos saludables, hacer ejercicio o aumentar la calidad del descanso mejora el bienestar físico, mental, emocional y social de las personas que buscan trabajo, pero también su satisfacción y su autoestima, algo que revierte en su empleabilidad.
- Incorporar formación en salud y nutrición en itinerarios de inserción laboral, como hace Vives Emplea Saludable, contribuye a que sus participantes adquieran buenos hábitos y se sientan bien, requisitos clave para favorecer su acceso al trabajo.
- En el evento Empleo y Salud: una relación necesaria, diversos especialistas han analizado los resultados de esta investigación, realizada por Acción contra el Hambre y el Equipo de Investigación EPINUT de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), la Fundación Alimentación Saludable y el equipo HUM-207 de la Universidad de Málaga.
El evento Empleo y Salud: una relación necesaria ha acogido hoy en Madrid la presentación del informe Innovación social en la inserción laboral: promoción de hábitos de vida saludable y su impacto en el empleo, elaborado de forma conjunta por Acción contra el Hambre y el Equipo de Investigación EPINUT de la Universidad Complutense de Madrid.
Diversos expertos han analizado a lo largo de la mañana los resultados de este estudio, del que se desprende que incorporar formación en salud y nutrición dentro de los itinerarios de inserción laboral mejora los hábitos y el bienestar de las personas en situación de vulnerabilidad.
“Este tipo de educación no solo redunda en la salud física, mental, emocional y social de quienes buscan trabajo, sino que estimula su autocuidado y su autoestima, factores determinantes a la hora de encontrar o mantener un empleo”, ha subrayado el responsable del departamento de Salud y Nutrición de Acción contra el Hambre, Antonio Vargas Brizuela, durante la primera mesa redonda de la jornada.
Por otro lado, ha añadido que formarse en salud y nutrición “hace que las personas vulnerables se sientan más capacitadas y con más herramientas a la hora de enfrentarse a los procesos de empleabilidad, que suelen generar miedo y resultar muy duros”.
Así lo constata el proyecto Vives Emplea Saludable, en el que se ha basado el estudio sobre el que ha pivotado el encuentro. Desde 2021, este programa de inserción laboral añade contenidos de divulgación en salud y nutrición al modelo tradicional de empleabilidad, una práctica pionera que hasta la fecha no se había llevado a cabo de forma transversal.
Luis González Muñoz, director de Ingeniería Técnica y Acción Social España de Acción contra el Hambre, ha relatado que “el estudio de este programa piloto arrancó a pequeña escala en San Cristóbal de los Ángeles (Madrid) de la mano de la Fundación Montemadrid y que, tras los resultados obtenidos, se amplió a más lugares”. En la actualidad, más del 50% de los itinerarios de empleo de Acción contra el Hambre incorporan este enfoque saludable.
Según la coordinadora del proyecto de investigación Vives Emplea Saludable, Cristina Cózar Escobar, uno de los grandes hallazgos ha sido “descubrir la alta predisposición al cambio que tenían las personas participantes en el estudio”, elaborado a partir de una muestra de más de 1.000 personas sin trabajo. “Esto significa que la fuerte motivación de quienes se inscriben de forma voluntaria en programas de empleo puede aprovecharse también para mejorar su salud”, ha recalcado.
“La investigación ha permitido recoger por primera vez información muy valiosa que antes no se contemplaba como, por ejemplo, el grado de seguridad alimentaria de los participantes”, ha subrayado a su vez Sara Tulipani, técnica de investigación del departamento de Nutrición y Salud de Acción contra el Hambre.
“Al inicio del proyecto, el 53% de las personas inscritas en el programa mostraba algún tipo de inseguridad alimentaria, en el 10% de los casos, severa. Conocer estos datos no solo ha posibilitado hacer un seguimiento de su evolución, sino combinarlos con otros indicadores socioeconómicos y datos de empleabilidad que nos pueden ayudar a perfeccionar nuestra actuación en el futuro”, ha añadido.
Según recoge el informe, el 53,3% de las personas que han participado en el estudio y se han formado en salud ha obtenido resultados positivos, lo que significa que ha encontrado trabajo por cuenta ajena o propia.
Además, las personas participantes han registrado un alto promedio, 8 sobre 10, en los indicadores de empleabilidad objetivos (elabora un currículum ajustado a los objetivos profesionales, realiza entrevistas de trabajo o mejora en las competencias digitales) y subjetivos (autopercepción sobre el fortalecimiento de competencias, mejora de habilidades y conocimientos o autoconfianza) que se han contemplado en el estudio).
Por su parte, la investigadora principal del grupo de investigación EPINUT de la Universidad Complutense de Madrid, Noemí López Ejeda, ha destacado la importancia de “haber dado un respaldo científico a la intervención que se ha llevado a cabo en Vives Emplea Saludable y aportar cifras”, condición indispensable para poder “involucrar a entidades públicas y privadas y propiciar cambios”.
Al evento han asistido también representantes de empresas saludables e inclusivas, que han examinado en una mesa redonda cómo los buenos hábitos pueden favorecer la contratación. Como contrapunto, una persona participante en el itinerario laboral Vives Emplea Saludable se ha encargado de cerrar el acto compartiendo su experiencia con los presentes.
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