5 razones para luchar contra el hambre
1. Es luchar por la paz
Garantizar una seguridad alimentaria es clave para generar la paz y un factor decisivo para el mantenimiento de la concordia entre comunidades. En nuestra organización trabajamos en 28 países en conflicto como en Siria, Yemen, Sudán del Sur o Nigeria.
2. Es luchar por la infancia
Un mundo en el que todos y todas tengan igualdad de oportunidades solo será posible si tenemos una generación de niños y niñas bien alimentados. En la década de los 80 y 90, nuestro trabajo por el impulso del desarrollo de leches terapéuticas para la recuperación de niños y niñas desnutridas marcaron un punto de inflexión en la lucha contra la desnutrición infantil.
3. Es luchar por transformar comunidades
Más de 700 millones de personas, o el 10 % de la población mundial, aún vive en situación de extrema pobreza, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua y saneamiento, por nombrar algunas. Nuestro trabajo por transformar las comunidades y empoderarlas ayuda a incrementar el impacto de la lucha contra el hambre y hace que su impacto sea más duradero y sostenible. Cada año, en Acción contra el Hambre acompañamos a más de 17 millones de personas.
4. Es luchar por el medioambiente
Las catástrofes climáticas cada vez son más extremas (sequías prologadas e inundaciones extensas) y frecuentes, degradando el suelo y generando hambre en poblaciones que dependen de la agricultura y la ganadería. El incremento de los desastres naturales ha forzado a miles de familias a desplazarse abandonando su hogar en varias zonas como Filipinas o Centroamérica. La investigación y el desarrollo de nuevas metodologías y tecnologías han acompañado siempre a la labor directa de nuestro trabajo sobre el terreno para reducir el impacto de la crisis climática.
5. Es luchar por la igualdad de género
En casi todos los contextos las mujeres son las más vulnerables al hambre y padecen más dificultades de acceso a una alimentación segura y equilibrada. En nuestros programas de cooperación, ayuda humanitaria y acción social incluimos la perspectiva de género para reducir las desigualdades de género y reducir esta brecha.