2BDigital presenta su marco de competencias
Las enseñanzas de Formación Profesional por primera vez superaron el millón de alumnos/as matriculados, situándose en 1.016.187 estudiantes, con un aumento del 3,1% respecto al curso anterior, según los primeros datos publicados por el INE para el curso 2021-2022. La parte más significativa de este incremento corresponde al alumnado que cursa estas enseñanzas en el régimen a distancia, que en el Grado Medio fue del 10,9% y en el Grado Superior del 12,9%, situándose su matrícula total en 114.525 estudiantes, y donde las mujeres son mayoría.
Dada esta tendencia de aumento de la relevancia de la Formación Profesional online en los últimos años, especialmente a raíz de la COVID-2019, parece cada vez más importante asegurar unas metodologías de aprendizaje y enseñanza online adecuadas al entorno digital, que permitan una educación de calidad e inclusiva.
En su segunda fase de implementación, el Proyecto Erasmus+ 2BDigital ha presentado su marco de competencias, gracias al cual docentes de toda Europa podrán diseñar experiencias innovadoras de aprendizaje y evaluación online que permitan a los estudiantes de FP promover sus competencias transversales y digitales para aprender, trabajar y vivir en un mundo digital.
El marco competencial presentado se centra en el entorno online, consta de cinco áreas de competencias -comunicación, colaboración, creatividad, pensamiento crítico y ciudadanía- y ha sido realizado llevando a cabo una investigación previa sobre la promoción del aprendizaje digital e involucrando a personas interesadas del mundo empresarial, así como a educadores y estudiantes.
El objetivo de este proyecto de innovación digital es apoyar la experiencia de enseñanza y aprendizaje en línea del profesorado y estudiantes de FP, especialmente quienes se encuentran en riesgo de fracaso escolar y abandono temprano, en un contexto marcado por la aceleración digital vivida en los últimos años tras la COVID-19.
Durante la pandemia, la población mundial de estudiantes en riesgo de abandono creció y la probabilidad de su desvinculación también aumentó: casi el 90% de los 1600 millones de estudiantes del mundo se vieron afectados por el cierre de escuelas.
En este sentido, Chrystalla Panagi, la project manager en CARDET (Chipre), una de las entidades que desarrollan el proyecto 2BDigital, apunta con respecto a la aplicación del marco de competencias 2BDigital en el ámbito laboral: “Debido a la pandemia he tenido que adaptarme al trabajo en remoto durante los últimos dos años y he necesitado reajustar mi plan de trabajo y mis objetivos a este nuevo entorno”, al tiempo que añade: “Las herramientas y sistemas digitales son fantásticas aliadas para poder estar al día y gestionar tu trabajo de manera adecuada. Por eso, habilidades como el aprendizaje continuo para conocer las herramientas que se ajustan más a tus necesidades profesionales o reflexionar sobre tus propias habilidades digitales y las que necesitas adquirir son fundamentales para garantizar el éxito del trabajo en remoto”.
Barreras de acceso a Internet
Las interrupciones en la educación causadas por la pandemia de COVID-19 tienen un alto coste económico y social, sobre todo para los estudiantes en circunstancias más vulnerables, ya que esto impacta en su motivación para participar en el aprendizaje online. Las barreras de acceso a Internet se traducen en mayores dificultades para su futuro, falta de confianza y problemas de acceso al mundo laboral. Estos estudiantes se encuentran en situación de desventaja en términos de empleo, salud o relaciones socioculturales.
Por este motivo, el fin último de 2BDigital es que los estudiantes de FP mejoren y desarrollen sus habilidades y competencias necesarias para trabajar en un mundo cada vez más digital. Gracias a este proyecto, tanto el alumnado como el profesorado pueden desarrollar currículos, experiencias de aprendizaje y evaluaciones más relevantes, útiles y significativas.
Con esta iniciativa, desde Acción contra el Hambre queremos poner el foco no solo en el acceso a la tecnología, sino también en su uso, en un intento de evitar el aumento de las desigualdades en la educación y su consiguiente deriva hacia el desempleo juvenil y la exclusión.