
TU APORTE TRANSFORMA VIDAS
En Colombia, 1 de cada 10 niños y niñas sufre de
desnutrición crónica

POR UN MUNDO
SIN HAMBRE
Desde hace casi 40 años y en cerca de 50 países,
lideramos la lucha global contra el hambre.

¿QUÉ HACEMOS?

PROTEGEMOS VIDAS
Brindamos intervenciones de salud y nutrición, WASH, seguridad alimentaria y medios de vida para garantizar el acceso a servicios básicos que salvan vidas.
Aseguramos la cobertura de las necesidades básicas.

PROMOVEMOS CAPACIDADES
Promovemos cambios en prácticas y conocimientos y fortalecemos las capacidades locales de respuesta a emergencias
Reforzamos los servicios esenciales y restauramos/ mejoramos las condiciones socioeconómicas.
Brindamos asistencia en la estabilización de comunidades.

TRANSFORMAMOS SISTEMAS
Fortalecemos la institucionalidad.
Creamos un entorno político favorable con enfoque sensible a la nutrición.
Promocionamos la Vigilancia Epidemiológica Basada en Comunidad (VEBC) en el departamento de la Guajira, en alianza con el Instituto Nacional de Salud.
HISTORIAS
Desplazamiento: una pesadilla que se repite
En medio de la noche, Ramón* con solo siete años caminaba tan rápido como podía por una selva al norte de Colombia. No sabía a dónde iría. Los adultos se apresuraban para huir del terror del conflicto. Grupos armados no estatales acababan de asesinar a más de una decena de personas de su pueblo y todas las personas sobrevivientes, huían. Hoy, veintidós años después, el hijo de Ramón, también de siete años revive la pesadilla: también se desplazó para salvar su vida.
“En el 2002, yo era un niño, así como lo es hoy mi hijo. Cuando salimos desplazados, perdimos seres queridos, perdimos todo. Si a esto no se le pone un alto [al conflicto armado], también lo vivirán mis nietos” , explica Ramón*.
El dolor de un hijo ausente y los pasos de una madre incansable
María Claudia Delfín no podía quedarse de brazos cruzados después de que su hijo desapareciera, dejando a su nieta, una bebé de apenas seis meses, bajo su cuidado. Esta mujer, que alguna vez disfrutó de la estabilidad de su carrera como fisioterapeuta y la calidez de una familia, se enfrentó a un mundo desconocido, con la responsabilidad de una niña en brazos y el deseo inquebrantable de volver a abrazar a su hijo.
“Vamos a poder tomar agua limpia y evitar enfermedades”
En el suroeste de la Amazonía colombiana, la comunidad Ventura debería estar inundada por el río con la llegada de la época de lluvias. “Ahí donde está esa casa azulita, por ahí pasa el agua, hasta donde está esa lomita, todo eso sería agua”, señala Wilson , indígena tikuna. Pero la tierra revela lo contrario y apenas llueve desde hace meses. “Aquí ha cambiado mucho el clima. Llevamos casi ocho meses de verano, la lluvia aparece de vez en cuando. Estamos finalizando abril y no hay ningún cambio. El río ya debería de estar crecido”, añade.